En la década de los ‘80, José Menéndez triunfó como alto ejecutivo de la industria del entretenimiento en Estados Unidos. Sin embargo, su nombre ha dado la vuelta al mundo por otra razón.

La noche del 20 de agosto de 1989, el empresario de origen cubano fue asesinado junto a su esposa Mary Louise “Kitty” Menéndez dentro de su mansión. ¿Los responsables? Sus dos hijos, Lyle y Erik, de 21 y 18 años respectivamente.

En un principio se relacionó el doble crimen a grupos mafiosos. Pero con el pasar de los días las sospechas de los investigadores se posaron en los hermanos Menéndez, luego de que comenzaran a gastar de forma descontrolada el dinero de sus padres en autos y relojes de lujo.

En el primer juicio, que fue seguido por millones de personas al ser transmitido en televisión, quedaron al descubierto las dos versiones que aún siguen dividiendo a quienes han seguido el caso.

Mientras la defensa de los hermanos Menéndez aseguraba que habían actuado por miedo y en defensa propia, ya que durante años habían sufrido abusos sexuales, físicos y psicológicos por parte de sus padres, los fiscales sostenían que los acusados asesinaron a José y Kitty para quedarse con el patrimonio familiar.

Después de un segundo juicio, en 1996 los hermanos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

A más de tres décadas de esos hechos, los Menéndez ha vuelto a estar en el centro mediático desde que su historia fue llevada al streaming en la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, disponible en Netflix. La misma plataforma lanzó esta semana un documental donde los condenados hablan sobre sus crímenes, los juicios y lo que han vivido desde que están en la cárcel.

El estreno de la serie también tuvo repercusiones en el caso: los fiscales de Los Ángeles dieron a conocer a inicios de esta semana que revisarán nuevas pruebas y que hay una audiencia fijada en noviembre. “Tenemos la obligación moral y ética de revisar lo que se nos está presentando”, dijeron desde la oficina.

Pero ¿quién era exactamente José Menéndez? Esto es lo que se sabe sobre el empresario.

Lyle y Erik Menéndez.

Quién era José Menéndez

José Menéndez nació en La Habana, Cuba, en 1944. De acuerdo a la investigadora criminal Rachel Pergament, su padre era jugador de fútbol con una empresa de contabilidad, mientras que su madre era una estrella de la natación.

Tenía dos hermanas mayores. Pero al ser el único varón, solía ser malcriado por su madre. Eso lo marcaría por el resto de su vida.

“Era el único niño, su madre lo adoraba y enfatizaba su machismo y su imagen masculina, tanto que se convirtió en un poco abusador. Se convirtió en una especie de monstruo para los padres. Era difícil controlarlo”, detalló a ABC News Alicia Hercz, vecina de la familia.

Tras la Revolución Cubana de 1950, sus padres lo mandaron a Estados Unidos. Con solo 16 años llegó a vivir a Hazleton, Pensilvania, junto a unos parientes lejanos.

La relación con Kitty Menéndez

José había heredado de su madre el talento en la natación. Gracias a eso ganó una beca deportiva en Southern Illinois University, donde conoció a Kitty Andersen, que en el futuro se terminaría convirtiendo en su esposa.

Kitty había vivido y crecido en Chicago, donde participó de varios concursos de belleza.

Para el año 1963 la pareja se había vuelto inseparable. El 8 de julio de ese año decidieron contraer matrimonio, pese a las reticencias de la familia, que creían que José era muy joven para Kitty: ella era dos años mayor que él.

Al tiempo de casarse, la pareja se mudó a Nueva York y José se matriculó en el Queens College para estudiar contabilidad. De acuerdo a Los Angeles Times, profesores que José tuvo en esa universidad lo describieron como “un estudiante casado, ambicioso pero con dificultades económicas, que asistía a clases de noche y trabajaba durante el día”.

Kitty y José se casaron en 1963. Foto: The Menendez Murders.

Luego de graduarse en 1967, comenzó a trabajar en una compañía internacional llamada Coopers & Lybrand, mientras que Kitty trabajaba como profesora.

La familia pronto comenzó a agrandarse. En 1968 celebraron la llegada de Joseph Lyle, y en 1970 nació Erik. Aunque Kitty deseaba ser actriz, José rechazaba por completo esa idea, por lo que finalmente se dedicó a la crianza de los hijos.

La exitosa carrera de José Menéndez

José siempre había deseado triunfar en Estados Unidos y lo estaba logrando poco a poco. Sus primeros trabajos le permitieron escalar rápidamente: a inicios de los ‘80 ya era alto ejecutivo de la división de alquiler de coches de Hertz.

Luego de pasar un tiempo en Hertz, José fue trasladado a la división de discos de RCA, donde llegó a ser vicepresidente financiero y director de operaciones mundiales.

Pese a que empleados de RCA Records aseguraban que el cubano no tenía talento para la parte más creativa del negocio, logró anotar varias victorias dentro de la discográfica: fortaleció el catálogo de música latina y firmó con grupos como Duran Duran, Eurythmics y la boy band Menudo.

Según describe el periodista Robert Sand en el libro The Menendez Murders, Menudo fue una especie de “obsesión” para José, consigna BBC. De hecho, como alto ejecutivo de RCA Records, acompañó a la banda en tours por Brasil e Italia.

En ese tiempo ya había alcanzado lo que se conoce como el “sueño americano”. Mientras trabajaba, Kitty cuidaba de sus hijos en una finca de Princeton, Nueva Jersey.

José, eso sí, cargaba con mala reputación en varios lugares donde había trabajado. Esto, por su carácter controlador, agresivo e insensible, que podía causar miedo en sus subordinados. “Es un tipo que busca todas las ventajas en una transacción”, contó Peter Hoffman, presidente de Carolco Pictures y que trabajó junto a José.

En 1986 abandonó RCA Records luego de tener problemas con otro alto ejecutivo. Para iniciar una nueva etapa, se mudó a California junto a toda su familia y entró a trabajar en Carolco Pictures.

Lyle, Kitty, José y Erik. Foto: The Menendez Murders.

Los Menéndez primero se instalaron en Calabasas. No obstante, después de que Erik fue parte de un grupo de jóvenes ricos que robaban por diversión, José compró una lujosa mansión en Beverly Hills con seis habitaciones, piscina y cancha de tenis. En esa época Lyle, el hijo mayor, también comenzó a estudiar en la Universidad de Princeton.

Desde el exterior, la vida de la familia parecía ser perfecta. Sin embargo, eso no era tan real.

Los abusos de José Menéndez

Desde que Lyle y Erik eran niños, José los presionaba duramente para que alcanzaran la perfección en todo lo que quisieran hacer.

“Mi padre sufría de perfeccionismo”, señaló Lyle a Los Angeles Times. “Eso se trasladó a su vida familiar y a veces era difícil para Erik y para mí. Tanto que no podía hacer nada lo suficientemente bien. Eso lo desgastaba mentalmente muchísimo. Y nos desgastaba a nosotros también”.

Los hermanos también expusieron en el primer juicio los abusos que cometió su padre desde su infancia. En Lyle ocurrieron cuando tenía entre 6 y 8 años, y cuando se lo dijo a su madre, ella lo ignoró. Erik, en tanto, fue abusado sexualmente desde que era niño hasta que ocurrieron los asesinatos.

De acuerdo a People, el primo de los hermanos Menéndez, Brian Alan Anderson, aseguró que José se duchaba con sus hijos y Kitty impedía que otras personas se acercaran si eso ocurría. En uno de los juicios, Anderson dijo que el padre le pegaba con cinturones a Lyle y Erik, hasta que quedaban con contusiones.

El hogar de los Menéndez se transformó en una escalofriante escena cuando el 20 de agosto de 1989, José y Kitty fueron asesinados con escopetas mientras estaban en la sala de estar. Él tenía 45, y ella, 47.

A pesar de que Lyle y Erik llevan más de tres décadas recluidos en la cárcel tras ser condenados a cadena perpetua, está la posibilidad de que su caso dé un nuevo giro. En 2023, la defensa de los hermanos presentó algunas pruebas que exponen que los hermanos sufrieron abusos sexuales durante años.

Una de esas pruebas es una carta que Erik envió a su primo Andy Cano para desahogarse sobre los abusos. La misiva, enviada en diciembre de 1988, fue encontrada hace unos años por la madre de Cano.

“He estado tratando de evitar a papá. Todavía me pasa, Andy, pero ahora es peor para mí. Todas las noches me quedo despierto pensando que podría venir. Tengo miedo. Está loco. Me ha advertido cientos de veces que no se lo cuente a nadie”, dice el texto.

La otra prueba clave es una declaración jurada de Roy Roselló, exintegrante de la banda Menudo, que en 2023 dio a conocer que José había abusado sexualmente de él. Los hechos habrían sucedido cuando Roselló era menor de edad y José trabajaba en RCA Records.