La muerte de la modelo Silvina Luna ha causado gran conmoción en Argentina, y al mismo tiempo, ha producido que el médico Aníbal Lotocki esté en el centro de atención. La modelo de 43 años falleció el jueves de la semana pasada mientras estaba internada en el Hospital Italiano, luego de problemas derivados de una cirugía mal hecha por Lotocki.

En junio, Luna había ingresado al recinto hospitalario a raíz de una insuficiencia renal e hipercalcemia que la mantenían en un delicado estado de salud. Debía someterse a tres sesiones semanales de diálisis y también estaba en espera de un trasplante de riñón.

Las complicaciones de salud de Luna se originaron en el año 2011, cuando se sometió a un procedimiento estético que estuvo a cargo del médico argentino. Ahí, Lotocki le habría inyectado metacrilato en los glúteos, un biopolímero que está contraindicado para aumentar zonas del cuerpo.

Quién es Aníbal Lotocki

En Argentina, Aníbal Lotocki es conocido como “el cirujano de los famosos”, dado que ha realizado múltiples intervenciones quirúrgicas a figuras del espectáculo de ese país.

En sus redes sociales se define como “especialista en modelación corporal”. En ese mismo espacio promociona liposucciones, abdominoplastías y tratamientos faciales ambulatorios. “De tu inversión hacemos tu mejor versión”, es la frase que promete el médico a los interesados en su trabajo.

Sin embargo, desde hace varios años que Lotocki ha sido cuestionado por la larga lista de negligencias que ha cometido como médico, lo que se ha traducido en denuncias en la justicia argentina.

Aníbal Lotocki es conocido como "el cirujano de los famosos". En los últimos años ha enfrentado varias denuncias por mala praxis.

En febrero de 2022 fue condenado a cuatro años de prisión por haber causado “lesiones graves en reiteradas oportunidades” a cuatro de sus pacientes, precisamente tras haberles realizado intervenciones estéticas. Fue absuelto por el delito de estafa en el mismo caso.

Las víctimas y denunciantes por la mala praxis de Lotocki fueron Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis, Pamela Sosa y Silvina Luna, según un comunicado del Ministerio Público Fiscal.

Además de ser condenado a cuatro años de cárcel, en esa ocasión Lotocki fue inhabilitado por cinco años de ejercer la medicina. En su defensa, argumentó que “había cumplido con todas las normativas con lo que le permitía la práctica médica”.

De acuerdo a la acusación de las víctimas, Lotocki ocupó un relleno de microesferas de polimetil metacrilato (PMMA) para inyectarlo en zonas del cuerpo donde está contraindicado su uso, además de hacerlo en dosis superiores a lo que recomiendan los especialistas. La práctica le generó tumoraciones en los glúteos y muslos de las denunciantes.

El deceso de Luna está lejos de ser el primero que se ha producido por las prácticas negligentes del médico.

Aníbal Lotocki promocionaba sus cirugías en redes sociales.

En 2021 fue imputado por la muerte de un empresario de 50 años, llamado Cristián Adolfo Zárate, quien falleció tras una operación. Eran tiempos donde las autoridades argentinas habían decretado que solo estaban permitidas las cirugías que implicaran riesgo de vida, a raíz de la emergencia por Covid-19. Lotocki hizo caso omiso y arrendaba un quirófano para poder funcionar de todas formas.

Según consigna Página 12, a inicios de agosto de este año, la justicia determinó procesar a Lotocki por el deceso del empresario y cambió la calificación legal de “homicidio culposo” a “homicidio simple por dolo eventual”.

Otra víctima es Mariano Caprarola, productor de moda que también falleció por complicaciones de salud derivadas de una cirugía mal realizada por Lotocki. Su deceso se produjo el 17 de agosto. Tal como ocurrió con Luna, Caprarola sufría de problemas en los riñones por una hipercalcemia, que a su vez fue causada por intoxicación de metacrilato. Se sometió a una operación en que se le sacarían los cálculos renales, pero sufrió un shock hemorrágico y luego un paro cardíaco que le causó la muerte.

Cabe recalcar que Lotocki no era cirujano plástico. Tampoco aparecía en las listas de especialistas que podía recomendar la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER).

“Mis pacientes saben que no soy cirujano plástico”, había reconocido el mismo médico en el noticiero Telenoche, en junio de este año, luego de que trascendiera el delicado estado de salud que atravesaba Luna. “No hay nexo causal del uso de metacrilato con lo que padecen y denuncian las pacientes”, agregó.

Por estos días, Lotocki está en libertad dado que su sentencia aún no está del todo firme.