El niño y la garza es la última película del japonés Hayao Miyazaki, por lo que su llegada ha sido muy esperada por millones de fanáticos. De hecho, solo hace un par de días se estrenó en Chile. La obra sigue la historia de Mahito, un joven que después de perder a su madre ingresa a un mundo donde deben vivir vivos y muertos.
Recientemente el filme de Studio Ghibli -del cual Miyazaki es cofundador y director- logró un hito sin precedentes. En la última edición de los Globos de Oro se coronó con el galardón a mejor película animada, convirtiéndose en el primer triunfo para el animé en esos premios. Es, además, la primera película extranjera en ganar esa categoría.
Por lo mismo, cuando se dio a conocer que la ilustradora colombiana Geraldine Fernández había trabajado en el equipo de El niño y la garza, prácticamente en todo el inicio de la película, su nombre comenzó a acaparar los titulares en la prensa.
Sin embargo, con el pasar de los días, las mentiras de la diseñadora salieron a la luz y tuvo que salir a aclarar ella misma el fraude.
Quién es Geraldine Fernández
De acuerdo al diario El País, desde 2023 que la ilustradora aseguraba haber cumplido labores para la película de Studio Ghibli. En octubre habría llegado a dar una charla en la Universidad Sergio Arboleda, en Barranquilla, para compartir más detalles de su experiencia trabajando en la obra del japonés.
En esa instancia aseguró a los estudiantes que Studio Ghibli le había mandado una carta, “por agradecimiento y por todas las cosas que hiciste, por la trasnochada, por tu trabajo arduo”, señalaba Fernández.
Su historia de triunfo comenzó a esparcirse después de la última edición Globos de Oro y una entrevista que brindó al periódico más importante de Barranquilla, El Heraldo. “Tuve que hacer más de 25.000 fotogramas, era hoja por hoja, escena por escena, todo a mano, algunas cosas eran digitales”, dijo Fernández. Eso correspondía, según ella, a los primeros 15 minutos del filme.
Durante estos días, varios medios celebraron el talento de la diseñadora y que consiguiera trabajar con Miyazaki. Y así, su nombre comenzó a sonar rápidamente en Colombia.
En un video que subió a sus rede sociales, la colombiana dijo que había trabajado de forma remota para esta colaboración. “Jamás en la vida, a mis 30 años, pensé que iba a terminar trabajando para Studio Ghibli realizando la producción y no solo estando en la película más reciente, sino en la película del retiro de Hayao Miyazaki, es algo difícil de creer”, explicaba.
Sin embargo, usuarios en redes sociales comenzaron a buscar más información y descubrieron que ella no estaba mencionada en ningún momento de la película.
Ante esas acusaciones, Fernández se defendió argumentando que había trabajado de forma freelance, por eso no aparecía en los créditos. Pero ya era demasiado tarde: las señales del engaño habían empezado a aparecer.
Durante una entrevista con Blu Radio, concedida este martes, la ilustradora apuntó que su rol en la película de animé no era como lo había planteado inicialmente. “Trabajé en un par de escenas de El niño y la garza, exageré”.
Al periódico El Heraldo diría una versión similar. “Yo trabajé para Studio Ghibli un par de escenas, yo realicé un contrato freelance, en el cual me llamaban solo para trabajar en algunas piezas o en algunas escenas (..) Sí exageré en algunas cosas, de pronto inventé en otras o me sobresalté”, dijo.
De acuerdo al relato de Fernández, todo habría comenzado cuando una amiga, que estaba entusiasmada, le contó a periodistas sobre el trabajo de la ilustradora en la película de Studio Ghibli. Luego, se habría comenzado a esparcir la historia de que había hecho varias escenas ella sola. “Ya tenían una base de la historia y por más que yo cambiara o por más que yo aclarara, se mantenía así”, dijo.
Sobre cómo llegó a trabajar con el estudio de animé, ha asegurado que estaba haciendo un máster en ilustración en la Universidad de Tokio y le ofrecieron que colaborara, con algunas gráficas muy específicas. Eso sí, los documentos que mostró para acreditar esos estudios en el país asiático corresponden en realidad a un curso de cerámica.
En medio del escándalo, Fernández ha dicho que incluso ha contemplado la posibilidad de quitarse la vida por las burlas y amenazas que ha recibido.
Otro punto es el contrato con Studio Ghibli, del cual hasta ahora no hay evidencia. Recientemente la colombiana explicó al diario El País que había pedido un certificado que permita acreditar su labor y que ya se lo enviaron, pero que optará por no mostrarlo para olvidar de una vez por todas la polémica.