Hace poco más de una semana que la cantante colombiana Shakira se mudó junto a sus hijos, Sasha y Milán, a su nuevo hogar en Miami (Estados Unidos). Después del término de su relación con Gerard Piqué y un acuerdo por la custodia de los niños, la artista deseaba dejar pronto los últimos malos recuerdos de Barcelona para poder enfocarse en su trayectoria profesional y vida íntima, lejos de los paparazzis españoles.
Desde su llegada a Miami la autora de Inevitable se asentó en una propiedad ubicada en el exclusivo sector de North Bay Road, reconocido por albergar las residencias de otras celebridades millonarias.
También denominada Star Island, en esa lujosa zona viven otros famosos de la industria del entretenimiento como Cindy Crawford y su esposo Rande Gerber, Jennifer López, Matt Damon y Ricky Martin, por lo que ahora son oficialmente los vecinos de Shakira.
Según consigna el medio español La Vanguardia, a 6 kilómetros de la residencia de Shakira está viviendo la actriz Ana Obregón, quien ha estado en el centro de la discusión tras adquirir una bebé por gestación subrogada.
Otras celebridades que se han refugiado en mansiones de North Bay Road en años anteriores son el exjugador de la NBA Dwyane Wad, Alejandro Sanz y Karlie Kloss.
La despedida de Shakira en Europa
El día en que se subió a un avión para dejar Europa, la artista barranquillera subió una foto a sus historias de Instagram, con la vista panorámica de Barcelona, y escribió: “Las cosas no son siempre como lo soñamos. A veces corremos pero no llegamos. Nunca dudes que aquí voy a estar”.
Poco después, hizo una publicación en la misma plataforma en la que se expresó más extendidamente sobre la ciudad donde vivió por más de una década.
“Gracias a todos los que surfearon junto a mi tantas olas allí en Barcelona, la ciudad en la que aprendí que sin duda la amistad es más larga que el amor. Gracias a todos los que allí me animaron, secaron mis lágrimas, me inspiraron y me hicieron crecer”, fue parte del mensaje.
En Miami Beach la cantante busca alcanzar nuevamente el bienestar de ella y su familia, por lo que a través de un mensaje difundido en sus redes sociales pidió explícitamente a los paparazzis y periodistas que respetaran la intimidad de sus hijos en esa ciudad.
“Les ruego abstenerse de seguirlos hasta la salida o entrada del colegio, esperarlos en la puerta de nuestra casa o perseguirlos hasta sus actividades extra-escolares, tal como ha sucedido cada día en Barcelona”, se lee en el comunicado.
“Se trata de la salud y la integridad física y emocional de dos menores de 8 y 10 años, que solo desean poder salir a la calle y asistir al colegio sintiéndose a salvo”, advirtió.