Convivir con una pareja es, para muchos, una etapa muy bonita de la relación. No obstante, es bastante común que en algún punto comiencen a desatarse pequeños e “inocentes” conflictos, como alguien que no lavó los platos o que está todo el día en su celular.
Según la psicóloga Marion Solomon y el psiquiatra Daniel J. Siegel, autores de Healing Trauma (Sanando traumas), estas molestias son parte de la intimidad con otra persona e, incluso, sentimientos primitivos del humano.
No obstante, lo que recomiendan, para evitar romper la relación, es que la pareja encuentre las herramientas para reconocer su vulnerabilidad, descubrir sus raíces, tolerar las emociones y encontrar formas de abordar el dolor.
Así es cómo puedes dejar de discutir con tu pareja por cosas cotidianas.
Por qué hay parejas que discuten por cosas cotidianas
La terapeuta de parejas, Esther Perel, explicó a El País que existen factores desencadenantes (como no recibir la atención que uno espera) que pueden provocar en el otro sentimientos de abandono y fracaso que puede ser la raíz de otros problemas más profundos.
Por ejemplo, “si pensamos que a nuestra pareja no le importamos, todo lo que haga se interpretará desde allí. Por el contrario, si pensamos que nuestra pareja quiere nuestro bienestar, interpretaremos la mayor parte de lo que dice y hace desde ese ángulo”, aseguró la especialista.
Perel también agregó que vivimos en una sociedad que suele evadir los conflictos y donde muchas personas no cuentan con las herramientas necesarias para gestionar las peleas.
“Cuando yo necesito algo de mi pareja y no lo hace, me lleva al enojo y la frustración. Todos deseamos que nuestra pareja sea proactiva. Pero si no lo es, lo más fácil y práctico es pedirlo”, declaró Cristina Soria, autora de El libro que salvará tu relación de pareja.
Cómo evitar discutir con tu pareja y fortalecer la relación
Perel escribió que para salir de ese círculo vicioso de peleas repetitivas, se deben crear nuevos patrones de autoconocimiento mutuo y afirmación del otro. Esto también conlleva saber entender nuestras emociones, darles el lugar que les corresponde y aprender a gestionarlas.
Además, es importante tener en cuenta el contexto de cada pelea y tratar de entender qué problemas más profundos hay detrás de las discusiones por cosas simples para así poder conversar de forma más productiva y resolver los problemas.
“El respeto es esencial para que sea una relación entre iguales en la que hay unos límites que no se cruzan. La admiración y el reconocimiento, desde mi punto de vista, me hacen valorar lo positivo de la otra persona. Estamos acostumbrados a fijarnos en los fallos del otro, pero ver y reconocer sus talentos nos lleva nuevamente a la admiración. Es importante ver a la otra persona desde su parte más positiva”, aseguró Sonia Encinas, autora de Sexo afectivo.