Un lobo vestido de oveja. Ese es José Luis Callisaya Díaz, un convicto que intentó escapar de Chonchocoro, una cárcel de máxima seguridad en la ciudad de La Paz, Bolivia, usando un abrigo de lana de oveja para intentar despistar a los guardias.
Y es que el hombre, que fue sentenciado a 15 años por homicidio, entró en el papel del animal para burlarse de la seguridad del establecimiento donde cumplía condena, y comenzó a arrastrarse en cuatro patas por los pastizales, tal y como fuese un mamífero pastando, para después intentar romper los muros de la prisión.
Fue capturado rápidamente
“El araña”, como también se lo conoce, llevó a cabo su plan y había llegado hasta los jardínes de la cárcel hasta que los guardias notaron que no estaba en su celda. Salieron inmediatamente a buscarlo, y fue grande la sorpresa cuando lo encontraron avanzando poco a poco por el campo de hierba sobre sus manos y rodillas.
En el acto, las autoridades pudieron sacarle fotografías, que rápidamente se difundieron por medios locales e internacionales.
Ante el escape, el director de prisiones de Bolivia, Juan Carlos Limpias, aseguró que el convicto ya estaba nuevamente bajo custodia: “Informamos a la población boliviana que policías de seguridad penitenciaria del Centro Penitenciario de San Pedro de Chonchocoro impidieron la fuga del recluso José Luis Callisaya Díaz, quien aprovechó las inclemencias del tiempo para intentar huir por uno de los muros del perímetro exterior del penal”.
Y es que en la ciudad altiplánica, el clima en estas épocas puede llegar a mínimas de 5 grados centígrados y máximas de 17.
Además, las autoridades informaron que se ordenó tomar acciones legales y disciplinarias contra el preso, por lo que arriesga aumentar su condena por un par de años más.