Hay muchos misterios del universo sin resolver y millones de secretos que no conocemos todavía. La vida extraterrestre es así, enigmática, frustrante, pero con el calor necesario para despertar el fuero interno de los científicos que quieren intentar resolver, aunque sea, una ínfima parte de ella.
No obstante, estamos en un período de la historia de la Tierra donde la tecnología avanza a grandes pasos, permitiendo así crear y utilizar herramientas para explorar rincones que antes no se podía.
De esta manera, Abraham Loeb, jefe del proyecto Galileo y director fundador de la Iniciativa Black Hole de la Universidad de Harvard, está estudiando de cerca el Oumuama, un extraño objeto espacial que fue avistado en el año 2017 del que se tiene casi nada de información certera.
De hecho, este científico de Harvard —que también es autor del libro Extraterrestre: la humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra— suele ser catalogado por tener ideas “polémicas” sobre el Oumuamua y otros misterios del universo y, ahora, en una reciente columna de opinión, propuso otra hipótesis sobre el extraño objeto.
Esto es lo que se sabe del Oumuamua y lo último que dijo Avi Loeb sobre él.
Abraham Loeb y la curiosa propuesta de la edad y origen del Oumuamua
“Vivimos en un momento apasionante”, aseguró Loeb, en una columna escrita para el diario español El Confidencial. Y es que, según el científico, durante la última década se descubrieron los “primeros grandes objetos interestelares”.
Entre ellos, están el meteoro interestelar IM1 (2014), Oumuamua —descrito como un objeto anómalo cercano a la Tierra— (2017) y el cometa interestelar Borisov (2019).
En particular, el Oumuamua ha sido controversial. Y es que nadie sabe qué es, por esto solo se le dice “objeto”, pues no tiene ningún precedente.
Fue avistado por primera y única vez en 2017 por el telescopio Pan STARRS de la Universidad de Hawái, se le pudo seguir la trayectoria por tres días, pero después lo perdieron de vista. Se trató de una especie de objeto en forma de piedra de 400 metros de largo y superficie rojiza.
Según lo describió la BBC, “rotaba con velocidad, tenía una trayectoria caótica y su brillo cambiaba abruptamente”. Lo bautizaron como Oumuamua, que en hawaiano significa “mensajero de lejos que llega primero”.
“Una incógnita fundamental es el origen probable de cada uno de estos objetos inusuales fuera del sistema solar”, escribió Loeb. Para esto, reveló que le ofreció un proyecto de verano a un estudiante de la Universidad de Harvard, Shokhruz Kakharov, para que pudieran descubrir las trayectorias de cada uno.
De esta manera, podrían intentar descubrir de dónde venían, pero también su edad, un misterio que muchos otros investigadores anhelan descubrir.
Según explicó Loeb, seguir esta trayectoria serviría para conocer la región galáctica que sus órbitas mostraron en el pasado: “Por ejemplo, si se originaron cerca de una estrella, se podría limitar la edad de la estrella y el proceso físico que podría haber producido cada uno de estos objetos interestelares”.
Y así lo hicieron. Después de varios cálculos, dibujos y una profunda investigación del Oumuamua, descubrieron que este extraño objeto tuvo “una pequeña extensión vertical de su trayectoria pasada fuera del plano medio de la Vía Láctea, aproximadamente seis veces más pequeña que la del Sol”.
“Esto sugiere que Oumuamua se originó cerca del plano medio del delgado disco de estrellas jóvenes”, escribió el científico.
En palabras más simples, después de seguir la trayectoria de este objeto misterioso del espacio, encontraron que su edad podría ser inferior a 1.000 o 2.000 millones de años. “Cosmológicamente hablando, Oumuamua es un bebé, un orden de magnitud más joven en relación con la edad del Universo”.
“Es incluso mucho más joven que el Sol, que es un fenómeno tardío en la historia cósmica”.
El descubrimiento de la edad de Oumuamua podría ser un antecedente importante para entender de dónde proviene. Para el científico de Harvard, podría indicar que tiene un “origen tecnológico”, es decir, podría ser una especie de nave alienígena que provenga de una civilización extraterrestre.
“Si bien algunos consideran esta idea controvertida y herética, a mí me parece de sentido común. Pero, ¿qué puedo decir? Solo soy un granjero ingenuo y curioso, no tan intelectual como podrían ser algunos editores de Scientific American, aquellos que prefieren no confundir a sus lectores con el sentido común”, escribió en su defensa.
Y es que después de que su teoría saliera a la luz de la opinión pública, distintos investigadores criticaron la propuesta.
La teoría de que el Oumuamua proviene de una civilización alienígena
Algunas hipótesis apuntan a que el Oumuamua es un asteroide o cometa, no obstante, sus características no coinciden exactamente con un cuerpo celeste.
Recientemente, los astrónomos de la Universidad de Harvard publicaron en la revista Astrophysical Journal Letters que creen que podría ser un objeto enviado por alguna civilización alienígena.
“Oumuamua podría ser una sonda totalmente operacional, enviada de manera intencional a las proximidades de la Tierra por una civilización alienígena”, aseguraron los científicos de la prestigiosa casa de estudios, entre ellos, Abraham Loeb y Shmuel Bialy.
La teoría ha sido ampliamente criticada por un sector de investigadores, quienes dicen que el estudio en el que se basaron los científicos de Harvard es “bastante defectuoso”.
El miembro del Centro de Ciencias Planetarias de la Universidad de Toronto, Alan Jackson, dijo en conversación con CNN que no está convencido de la hipótesis y que “Carl Sagan dijo una vez: ‘Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias’ y este documento carece claramente de pruebas y no hay pruebas extraordinarias”.