Nanterre, una localidad cercana a París, fue testigo el martes 27 de junio de una noche marcada por revueltas y enfrentamientos entre manifestantes y la policía, atacada por varios días con pirotecnia y objetos contundentes.
La indignación se desató luego que un policía disparara y matara a un menor de 17 años, que intentaba huir en un automóvil mientras era controlado por dos agentes.
El joven identificado como Nahel M tenía 17 años, su familia era de origen argelino y trabajaba como repartidor de comida.
El pasado martes, en las redes sociales y medios rápidamente se viralizó un video que muestra cómo uno de los oficiales lo apunta con su arma a través de la ventana delantera del vehículo.
El menor intenta huir y el policía dispara su arma impactando y dando muerte al joven.
La noticia corrió veloz por todo Francia. Según agencias, el descontento estuvo impulsado principalmente por adolescentes que viven en los suburbios y en conjuntos habitacionales, y que reaccionaron violentamente en contra de un Estado francés que, según muchos jóvenes con raíces extranjeras, los discrimina de manera rutinaria.
Según el ministerio del Interior, los 3.354 arrestados en la última semana tienen una edad promedio de 17 años y un total de 99 municipios se han visto afectados por la ola de violencia.
La película que se adelantó a la violencia en Francia
El complejo estallido que vive el país europeo tiene un antecedente en la ficción.
Hace menos de un año el director parisino Romain Gavras, pareja de la cantante británica Dua Lipa e hijo de uno de los mejores directores de cine político, Costa Gavras (autor de Estado de Sitio y Missing), estrenó en Venecia una película llamada Athena.
Con actuaciones de Dali Benssalah, Sami Slimane, Anthony Bajon, Ouassini Embarek y Alexis Manenti, la cinta relata de manera premonitoria la muerte de un joven árabe de 13 años en el humilde gueto francés de Athena.
Pronto se descubre un hecho terrible: unos policías son los supuestos responsables del crimen.
El asesinato genera una rabia intensa y Karim, hermano del adolescente asesinado, lidera un gigantesco levantamiento en contra de la autoridad.
Organizados con armas y bombas molotov, los jóvenes lanzan todo tipo de objetos a la policía. Su objetivo es tomar venganza de los asesinos de su hermano y meterlos en prisión.
La antítesis de Athena es el otro hermano del joven muerto, Abdel, que quiere resolver los problemas de manera pacífica y pretende que Karim termine la violenta guerra contra el Estado.
La cinta retrata la precariedad de los barrios abandonados por el Estado francés y a una generación sin miedo a morir.
El filme tiene un guión coescrito junto al director Ladj Ly (Les Miserables) y recuerda todo el trabajo con la violencia de Gavras, desde videoclips icónicos para artistas como M.I.A., The Last Shadow Puppets y los franceses Justice.
Son tantas las similitudes entre Athena y la historia de Nahel que incluso la película se ha utilizado para varias fake news. Las noticias falsas han intentado hacer pasar imágenes del filme como parte de la actual escalada de violencia en Francia.
¿Una muestra? La famosa foto de la patrulla policial con protestantes en su interior —imagen principal de esta nota— es una secuencia de la cinta de Gavras.
Entre la crítica se ha dicho que Athena ha romantizado la violencia y la barricada.
“Es un retrato conseguido, incluso preciosista, de la violencia, del tumulto, de la barricada. No hay mucho más”, dice el crítico del diario ABC sobre la película que se encuentra disponible en el catálogo de Netflix, donde destaca “los hermanos-arquetipo, solo cierta belleza alrededor del barrio como laberinto y del altercado como performance”.
Otros medios la han señalado como “absurda” y “extrema”. En Chile, Athena puede verse vía streaming en Netflix.