"No tengo Facebook, no tengo WhatsApp", dice tajante Jorge Pérez, doctor en Ciencias de la Computación, académico de la U. de Chile e investigador del Instituto Milenio de Investigación sobre Fundamentos de los Datos, organismo en el que estudian los datos como un nuevo objeto del mundo natural, algo así como un átomo o una célula.

Este experto comenta que tenía WhatsApp hasta que se enteró de que lo compraría Facebook en 2016. "Trato de convencer a la gente de que ojalá se salga (de Facebook) o que al menos tengan un poco más de conciencia", agrega. Para él, los datos personales son muy preciados, y el reciente escándalo en el que está involucrado Facebook le dio la razón. Esta semana se supo que la empresa Cambridge Analytica usó con fines políticos datos de 50 millones de estadounidenses que son usuarios en esta red social.

Frente a esta crisis, que también inquieta a Israel y a la Unión Europea, que ya le pidieron cuentas a Facebook para conocer el real alcance del mal uso de información, ¿qué tan preocupados están los chilenos de sus datos personales? No hay sondeos recientes, pero un estudio nacional del Consejo para la Transparencia (CPLT) de 2016 -el último en el que se abordó esta temática- señala que el RUT aparece como el dato más "cuidado" por las personas (61%), en segundo lugar aparece el domicilio particular (52%) y tercero el número telefónico (47%).

"Es un error centrarse solo en el RUT, me parece muy bien que la gente tome conciencia de que no es llegar y entregar cualquier cosa, pero así como RUT, postear una foto en Facebook de tu hijo posiblemente es más peligroso", dice Pérez, quien estima que las personas todavía no entienden que entrar a esta red social y dar un like a un mensaje es información, incluso solo detenerse a mirar algo en una página también es un dato valioso para las compañías.

"La mayoría de la gente no consideraría que eso (un like o me gusta) es un dato personal. Pero si todos los chilenos se ponen de acuerdo y dejan de hacerlo, Facebook se vuelve loco, son demasiados datos que están perdiendo y estarían dispuesto a pagarnos para que volviéramos a dar like", dice Pérez.

La investigación del CPLT, realizada por Mori, también agrega que los chilenos tienen miedo a que se utilicen mal los datos en algún trámite. En primer lugar le inquietan las transacciones bancarias (58%), seguido por los trámites en instituciones privadas (48%), en servicios públicos (46%) y las compras que realizan en el comercio (45%).

Crisis en la red

Pese a los riesgos, las personas están dispuestas a compartir datos personales de salud, financieros, registros de manejo y uso de energía a cambio de beneficios o recompensas. En 2017, Adimark realizó un estudio a 17 países (que no incluyó a Chile) que concluyó que un 27% de los usuarios de internet están dispuestos a compartir sus datos a cambio de beneficios como descuentos o servicio personalizado, actitud que se concentra principalmente en las personas que están entre los 30 y 40 años.

Sin embargo, la captura de información personal igual no es indiferente para los consumidores. Un estudio de la consultora Kantar TNS y Kantar Millward Brown Chile, publicado el año pasado, abordó la temática en un reporte global. El sondeo dice que las personas están cada vez más conscientes del precio que están pagando por sus estilos de vida conectados, y sienten que las compañías poseen demasiada información sobre ellos. "Casi dos terceras partes ( 72%) de los consumidores polacos están preocupados, más que en cualquier otra nación. En Chile la cifra alcanza un 65%, superando a Estados Unidos (60%) y Corea del Sur (59%), donde la mayoría de los consumidores comparten tal punto de vista", dice el informe.

Jorge Pérez advierte que los usuarios son en definitiva el "producto" final en algunas redes sociales. ¿Qué se puede hacer entonces para ser dueño de sus propios datos? El experto señala que con Facebook "estamos fritos. Si quieres ser dueño de tus datos lo que tienes que hacer es no postear nada más". Sin embargo, existen otras alternativas en las que se garantiza que no se compartirán los datos con terceros, por eso Pérez en vez de WhatsApp usa Telegram.

Para este doctor en Ciencias de la Computación no estaríamos en esta discusión si Cambridge Analytica hubiese usado datos anónimos. "Hay muchas cosas que se pueden hacer con datos anónimos", plantea.

La crisis de Facebook ha inquietado hasta al padre de la Web, Tim Berners-Lee, quien esta semana dedicó varios post en Twitter a esta situación. "Me imagino que Mark Zuckerberg está devastado porque su creación ha sido abusada y maltratada", tuiteó.

Berners-Lee señala que este es un momento serio para el futuro de la Web, pero que se puede arreglar, pero es importante establecer reglas: "cualquier dato sobre mí, dondequiera que esté, es mío (…) Si se le da el derecho de utilizar los datos con un propósito, utilícelo únicamente para ese propósito". Por ejemplo, cita que si se entregan datos con fines de investigación, deben utilizarse con ese objetivo, ya que la ciencia y la medicina dependen de ello, explicó.

País vulnerable

El estudio del Consejo para la Transparencia revela, además, que el 62% de los chilenos desconoce la existencia de una normativa que proteja los datos personales y que el 90% no sabe si existe una institución a cargo de este problema. Cuando se pregunta cuáles creen que tienen este rol, apuntan al Registro Civil y el Sernac. Sin embargo, Marcelo Drago, presidente del CPLT, aclara que no hay una autoridad competente como ocurre en otros países y que solo existe una ley que data de 1999.

La creación de una autoridad para Chile, denominada Agencia de Protección de Datos, recién es parte de un proyecto de ley que comenzó a discutirse esta semana en el Senado. Drago espera que esta iniciativa avance. "El país está atrasado en esta materia. La ley que nos rige es de la época en que no presenciábamos la explosión de las redes sociales y la circulación masiva de datos de carácter personal", señala.