Sucedió a comienzos de año en Japón y luego Taiwán, pero otros países como Chile han sido sacudidos en su historia por terremotos potentes y destructivos que se han llevado miles de vidas y destruído incontables casas y edificios.
Y es que son eventos tan repentinos, que cuando suceden comienza a surgir la duda: ¿Existe alguna forma de poder predecirlos?
En la búsqueda de respuestas, entran en juego las personas que dicen ser videntes y que aparecen en los matinales o utilizan sus propias redes sociales para alarmar a las personas, o también gente que cree que mitos o hechos de la misma naturaleza podrían anunciar un desastre.
Sin embargo, para Luis Donoso, sismólogo y académico de Geofísica Aplicada de la Universidad del Desarrollo, ninguna de ellas responde a la realidad. Poder anticipar un desastre de esta magnitud es una búsqueda científica que lleva años y que, a pesar de que existen algunas “recetas”, según el experto existe una sola metodología científica probada que podría entregar información antes de que ocurra un temblor.
Las ondas gravitacionales
Se trata de un estudio del Instituto de Física del Globo de París (IPGP), liderado por el sismólogo Jean-Paul Montagner, que descubrió que las ondas gravitacionales que generan los movimientos de las placas tectónicas mejoraría la detección de temblores e incluso tsunamis.
A partir de los datos recogidos durante el terremoto de Japón en el año 2011, los científicos franceses detectaron una señal gravitatoria que se observó antes de que llegaran las ondas sísmicas, por lo que se trata de un hallazgo con gran potencial para poder predecir un terremoto, aunque sea unos minutos antes de que suceda.
Sin embargo, para poder implementar esta metodología, habría que establecer redes de gravímetros, que son los instrumentos que detectan las ondas gravitacionales; no obstante, Donoso explica que se trata de una tecnología “extremadamente cara” y que de todas maneras los deja “al límite de la ciencia”, pues solo deja ver pequeñas pistas de que algo viene y se podría predecir solamente 30 o 45 minutos antes de que ocurra.
Esto significa que, a palabras del especialista, en la actualidad no existe ningún elemento científico que permita identificar o generar una advertencia o alerta de un gran sismo en forma de predicción.
No se puede predecir cuándo habrá un terremoto, pero sí dónde
Los datos de los sismógrafos y los registros históricos permiten identificar las áreas del planeta que están en riesgo de sufrir un terremoto. “A nivel de detalle, solamente se puede decir dónde más o menos puede suceder uno, pero no una fecha específica. Esto demuestra que la naturaleza no es predecible”, comenta Donoso.
Además, el especialista resalta que, en los registros históricos de las zonas geográficas con mayor riesgo de sismos, se pueden identificar patrones de “algunas decenas de años, cientos de años”, y se podría entregar un rango de fechas, pero nuevamente, existe una barrera científica y, por tanto, no son predicciones que se vayan a cumplir con exactitud.
Por ejemplo, existen zonas de Chile donde los sismos suceden con menor frecuencia, como en la Patagonia, pero en la zona central son más comunes y esto responde a un patrón que se estudia a través de los registros históricos de muchos años.
Los sistemas de alerta temprana en Chile
La tecnología todavía no puede predecir un sismo, sin embargo, existen los sistemas de alerta temprana de terremotos que se generan gracias a las máquinas de sismología, que miden la intensidad de los temblores, y puede anticipar en pocos segundos hacia dónde irá el temblor.
Gracias a ello, distintas empresas, como Xancura en Chile, ofrecen una aplicación para el teléfono -o informan a través de sus cuentas en X- para recibir alertas tempranas y conocer que pronto se sentirá un sismo en un lugar específico.
“Funciona muy bien cuando se deben tomar decisiones tanto para proteger a las personas como también a las industrias”, comenta el especialista. Por ejemplo, si una persona está haciendo alguna actividad de riesgo, como subirse a una escalera o cocinar con aceite caliente, al recibir la notificación sabrá que debe esperar unos minutos para retomar sus actividades.
Los cirujanos pueden saber que deben tomarse unos minutos para proceder con una operación al recibir la notificación. De hecho, gracias a las alertas, incluso los ascensores pueden no cerrar sus puertas hasta que el movimiento pase.
Además, en el caso de Xancura, la empresa trabaja de la mano con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), pues su señal también es utilizada para detectar alertas preventivas de tsunamis en el país.