Con la llegada del verano y las vacaciones es frecuente la planificación de viajes a distintos destinos turísticos. La opción de subirse a un avión es una de las más demandadas para visitar otros lugares a mayor distancia, pero también una que puede exponer al usuario a una afección conocida como Síndrome de la Clase Turista o Trombosis del Viajero.
Esta patología, si bien debe su nombre a la clasificación que usan las aerolíneas, puede afectar a cualquier tipo de pasajero que realice un viaje que supere las cuatro horas seguidas, no sólo a quienes lo hagan en avión, explicó a La Tercera el infectólogo y parte del equipo del Centro Medicina del Viajero, Guillermo Acuña.
"Podría pasar en viajes en auto, por ejemplo, a alguien que quiera manejar a Pucón de una sola vez, sin parar a descansar", aseguró.
Este síndrome comprende la posibilidad de que se formen coágulos o trombos en las venas de las piernas y que, en casos extremos, éstos se puedan desplazar a los vasos sanguíneos del pulmón y obstruirlos, fenómeno que se denomina embolia pulmonar, el que incluso puede producir la muerte.
Considerando esto, el especialista hizo presente que "siempre le digo a los pacientes que uno tiene dos corazones, uno en el tórax y otro en los músculos de las piernas que ayudan a que retorne la sangre al corazón. Cuando se mantiene las piernas flectadas, esta función de los músculos disminuye y se congestiona la sangre, favoreciendo la formación de trombos".
¿Quiénes son más propensos?
Según el experto de la Clínica Las Condes, si bien el riesgo está para todos quienes se mantengan en esa posición por un período prolongado, quienes cuentan con antecedentes de trombos o "que tienen otros problemas venosos, como las várices" presentan factores que aumenta la probabilidad de que presenten el síndrome.
En este grupo también están las mujeres embarazadas, quienes hayan pasado mucho tiempo en reposo o recién operados -y están recuperándose-, pacientes en tratamiento por cáncer, y mujeres que estén usando anticonceptivos hormonales. Incluso, señaló Acuña, "alguien que practicó un deporte de alto rendimiento, por ejemplo, que corrió una maratón y viaja al otro día".
Sin embargo, eso "no significa que por tener alguno de estos factores les va a ocurrir. Sí aumenta el porcentaje de riesgo", indicó el médico.
Consejos para los viajeros
Mantenerse hidratado y moverse cada pocas horas, son algunos de las recomendaciones -tanto para viajes por aire como por tierra- que hacen desde el Centro Medicina del Viajero, "y de ser posible, por ejemplo en caso de quienes tengan várices, utilizar medias elásticas".
En el caso de aquellos que prefieran moverse en auto, es importante también detenerse y caminar por un par de minutos para evitar las molestias.
"En especial para quienes viajen en clase turista, es esencial que tomen líquido y elegir, si se tiene factores de riesgo, los asientos del pasillo para levantarse y caminar cada 2 a 3 horas", sostuvo el doctor Acuña.
¿Cuándo preocuparse?
Un síntoma normal para quienes viajen por muchas horas seguidas es la hinchazón de las piernas, "pero cuando también está acompañado de dolor, sobretodo en la parte de las pantorrillas, es probable que haya alguna obstrucción en la vena", explicó el doctor Acuña.
Y, en caso de contar con algunos de los antecedentes, es importante acudir al médico para ver el tratamiento o las medidas a seguir.