"La Tierra se convertirá en un mundo infernal parecido a Venus". La última advertencia de Stephen Hawking a la humanidad antes de su muerte fue una sentencia que para muchos, debería ser tomada en cuenta considerando la situación del planeta en relación al cambio climático. Porque para el físico, de seguir al ritmo actual, la Tierra se convertirá en un sitio similar a nuestro vecino, con temperaturas de 460°C y vientos que superan los 300 Km/h, dejando un vago recuerdo del planeta cálido y con océanos que alguna vez conocimos como hogar.
No se trata del único augurio sombrío del científico. En varias oportunidades afirmó que la única forma de mantener la raza humana sería salir de la Tierra y avanzar en la exploración espacial al menos en la próxima década, en lo posible con una base en la Luna que sirva de trampolín para Marte. Su propuesta es colonizar otros suelos en los próximos 100 años y convertirnos en una especie que "recorra otros mundos", ya que nos quedan menos de mil años en este -según sus palabras- "frágil planeta".
Pero la sentencia de Hawking no es gratuita. Las amenazas contemplan la posibilidad cierta de una colisión con un asteroide tal como ocurrió con los dinosaurios hace millones de años, la sobrepoblación, el cambio climático, la inteligencia artificial e incluso el encuentro con una civilización extraterrestre más inteligente y también más agresiva, que nos lleve finalmente a la extinción.
En el caso de la inteligencia artificial, Hawking señaló que si bien necesitamos avanzar en su desarrollo, también debemos ser conscientes de sus peligros reales. "Me temo que esta tecnología puede reemplazar a los humanos por completo. Si las personas diseñan virus informáticos, alguien diseñará inteligencia artificial que se replique a sí misma. Esta será una nueva forma de vida que superará a los humanos", aseguró. Hawking insistió en el tema cada vez que tuvo oportunidad, presagiando que los sistemas automatizados "tomarán el control de sí mismos y se irán rediseñando a un ritmo que los humanos no podrán competir", viéndose superados hasta la extinción.
Recordemos que en 2013 Hawking anunció su incorporación a la iniciativa "Cambridge Project for Existential Risk", un programa fundado a fines de 2012 que reune a filósofos, matemáticos e ingenieros para intentar frenar los riesgos del desarrollo de la inteligencia artificial y su injerencia en áreas como la biotecnología, las guerras nucleares y el cambio climático,
Otra de las amenazas tuvo que ver con las armas nucleares o biológicas, y en su opinión, sólo un "gobierno mundial" podría salvarnos de una catástrofe. "Desde que comenzó la civilización, la agresión ha sido útil en la medida que tiene ventajas definitivas de supervivencia. La evolución darwiniana ha incorporado la codicia y la agresión al genoma humano, y ahora está integrada en nuestros genes ", dijo Hawking.
"Sin embargo, actualmente la tecnología ha avanzado a tal velocidad que esta agresión puede destruirnos a todos. Necesitamos controlar este instinto heredado por nuestra lógica y razón", añadió.
Aunque en un principio, Hawking sugirió que alguna forma de "gobierno mundial" podría ayudar, también advirtió que tal poder también podría "convertirse en una tiranía".
Por otro lado, Hawking nunca se guardó nada en relación a la contingencia política internacional, sobre todo a propósito de la decisión de Donald Trump de no firmar el acuerdo de cambio climático de París, que tiene como objetivo hacer frente a la amenaza del calentamiento global. "Le hizo un enorme daño al planeta", sentenció, uniéndose a la comunidad científica que en aquella oportunidad también manifestó su rechazo.
Finalmente, otra de las advertencias de Hawking se relacionó con el posible encuentro con civilizaciones extraterrestres. Pensaba que ellos "seguramente existen" y aconsejó que los humanos eviten mantener el contacto con ellos.
"Algunos extraterrestres evolucionados podrían haberse convertido en nómadas y tener intención de colonizar los planetas a los que llegaran", dijo, y comparó la hipotética situación con la llegada de Cristóbal Colón a América, "algo que no resultó positivo para los nativos", en este caso, la raza humana.