Mientras más uso tiene un automóvil, más rápido comienza a deteriorarse, necesitar reparaciones y su andar se vuelve más lento. Con esta analogía, el doctor Abhinav Singh, director médico del Centro del Sueño de Indiana, explica lo que pasa con el sueño a medida que las personas envejecen.

Es más probable que los adultos mayores tarden más tiempo en conciliar el sueño por las noches, o que se despierten entre medio y necesiten tomar más siestas, en comparación a los más jóvenes. “Sus niveles de melatonina que juegan un papel importante en los ciclos de sueño y vigilia también se alteran con la edad”, especifica el especialista.

En un estudio publicado en 2014, un poco más de la mitad de los 6050 adultos mayores encuestados admitió tener uno o dos síntomas de insomnio en el último mes. Y aunque las investigaciones sugieren que las mujeres son más propensas que los hombres a tener una peor calidad de sueño, todos podrían sufrirla al pasar a la edad adulta.

¿Te cuesta dormir? Podría significar que estás envejeciendo

¿Existe una explicación científica?

Aunque las razones no se conocen con certeza, sí es un hecho que el cerebro envejece con los años. Además, según Adam Spira, profesor e investigador del sueño en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, existen “cambios en el estilo de vida que se dan por la edad y que pueden conducir a un deterioro del sueño”.

Por ejemplo, cuando una persona se jubila, sus días tienen menos rutinas. El solo hecho de despertarse más tarde o quizás tomar una siesta fuera de horario ya puede dificultar la conciliación del sueño por la noche.

De la misma manera, un adulto mayo que está solo, sufre depresión y/o dolor por la pérdida de seres queridos, es más propenso a tener insomnio. El doctor Spira realizó un estudio en 2014 que concluyó en que los adultos mayores que -por cualquier razón- no podían lavar ropa, hacer compras, tener reuniones sociales o incluso dar un paseo, tenían mayor probabilidad de tener dificultad para dormir.

Incluso, el aumento de peso y los medicamentos pueden incidir en no poder descansar por las noches.

Pero ¡no todo es color gris! Existen hábitos que pueden ayudar a conciliar el sueño reparador, según comenta el especialista. Acostarse y despertarse a la misma hora todo los días, evitar tomar siestas y café al finalizar la tarde, tener una dieta saludable y el ejercicio constante podría ayudar a dormir plácidamente.

Alentar a que los adultos mayores den un paseo durante el día e incluso mantener horarios de comida constante pueden ayudar a mantener en un buen nivel la melatonina del cuerpo. “Los adultos mayores que toman medicamentos, también pueden consultar con sus médicos si estos están interfiriendo con su sueño y si existen opciones alternativas o una dosis distinta”, menciona el especialista.