La salud bucal es extremadamente importante para sentirnos bien en general. Y aunque lavarse los dientes suele ser un hábito que aprendemos desde pequeños, la técnica o método podría estar fallando aun siendo adultos, provocando una serie de afecciones que, de no remediarse, podrían desencadenar en enfermedades importantes.
El mal aliento, las caries, la sensibilidad, el sangramiento de encías, entre otros, son algunos síntomas que indican que algo no está bien. No obstante, el odontólogo español Iván Malagón advirtió que una mala higiene bucal también está relacionada con enfermedades como la diabetes, algunos tipos de cáncer, gastritis y hasta trastornos mentales.
Y el primer paso sería lavarse los dientes correctamente. Por esto, el especialista explicó cuáles son los pasos que deberías seguir para un correcto lavado y para evitar los errores más frecuentes al momento de cepillarse.
1. Dedicar más tiempo a la limpieza
Una canción de dos o tres minutos debería ser suficiente para cepillarse. Hacerlo en 30 segundos —aunque se haga con fuerza— no limpiará bien los dientes y otras superficies de la boca.
Es por esto que, según Malagón, el error más común es no dedicarle el tiempo suficiente a la limpieza bucal: “Si nos cepillamos durante poco tiempo, no se eliminan todos los restos de alimentos ni se consigue reducir la presencia de las bacterias responsables de las caries. Además, aumenta el riesgo de sufrir periodontitis y las encías se debilitan”, advirtió.
2. Utilizar una porción moderada de pasta dental y no cepillar en exceso
Según el experto, la cantidad de pasta dental que debe ir sobre el cepillo “equivale al tamaño de una arveja. Ni más, ni menos”.
Esto, porque el producto tiene componentes abrasivos que ayudan a limpiar de manera eficaz. No obstante, el exceso podría debilitar el esmalte de los dientes y provocar molestias, como la sensibilidad.
Por otra parte, el odontólogo advirtió no cepillarse más de tres veces al día, después de cada comida, para evitar dañar el esmalte.
3. No olvidar la lengua y las encías
Lavarse la boca no es solo pasar por los dientes y ya. El odontólogo explicó que “al igual que nos cepillamos los dientes, también debemos cepillar de manera suave nuestra lengua y encías, que son las grandes olvidadas en la higiene oral”.
Además, es importante resaltar que las caras anteriores de los dientes también necesitan un cepillado.
4. Utilizar un cepillo adecuado
Contrario a lo que se cree, los cepillos grandes y de cerdas duras no son los ideales para la población en general, “porque más que limpiar, daña los dientes”.
Es por esto que el experto recomendó “utilizar cepillos pequeños que alcancen todos los recovecos bucales y con cerdas suaves para que no se dañe el esmalte”.
Por otra parte, Malagón recordó que el cepillo debe cambiarse cada 3 meses o antes, si es que nos percatamos de que las cerdas están demasiado gastadas.
5. Limpiar el cepillo después de usarlo
Enjuagarlo con agua después del cepillado pareciera no ser la mejor alternativa. El odontólogo advirtió que después de la higienización de nuestra boca, es importante lavar el cepillo, ya que podría estar contaminado con bacterias y restos de alimentos que eliminamos.
Además, recomendó dejarlo secar al aire, sin la tapa que suelen traer en algunos casos, ya que se genera humedad que “es un caldo de cultivo para las bacterias”.