Por muchos años, el Índice de Masa Corporal (IMC) fue la métrica indicada y más utilizada para saber cuánta cantidad de grasa se tiene en el cuerpo. Y es que para saber si alguien tiene sobrepeso u obesidad —dos condiciones que traen muchos riesgos de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer—, es necesario conocer cuánto almacenamiento excesivo de grasa tiene.
No obstante, un nuevo estudio de la Facultad de medicina de TAU, en Israel, descubrió un alarmante hallazgo: “El 26% de los hombres y el 38% de las mujeres fueron clasificados con exceso de adiposidad (grasa)”, pese a pese a presentar un “peso normal”.
¿Por qué es alarmante que personas con peso normal tengan el IMC elevado?
El alto IMC y la mortalidad están asociadas cuando este es superior a 25 kg/m (sobrepeso) y 30 kg/m (obesidad), según los científicos del estudio.
El riesgo de tener un peso normal y el IMC elevado es que las personas que presentan esta condición, a diferencia de las que tienen sobrepeso, son “individuos que no reciben tratamiento ni instrucciones para cambiar su alimentación o estilo de vida, lo que las expone a un riesgo aún mayor de padecer enfermedades cardiometabólicas”.
Estas enfermedades, además, pueden ser “potencialmente mortales, como cardiopatías, diabetes, hígado graso, disfunción renal, entre otras”.
En esta línea, los autores del estudio consideran que el IMC es una “herramienta práctica para evaluar la obesidad y predecir enfermedades crónicas y mortalidad en una gran población”, sin embargo, usarlo para identificar el exceso de grasa a nivel individual, tiene poca sensibilidad, pues clasifica erróneamente a personas como no obesos, solo porque tienen un peso “normal”.
En su investigación, ocuparon otras herramientas para evaluar a 3001 participantes, donde encontraron que los hombres y mujeres obesos de peso normal tenían los triglicéridos más altos, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad elevado, así como el colesterol total, en comparación a los examinados delgados y con peso normal.
De esta manera, los científicos alertan que existe una clasificación errónea de la obesidad en individuos de peso normal y que es necesario hacer una evaluación de la composición corporal para determinar con exactitud el riesgo cardiometabólico de adultos con peso corporal normal.