Una mujer de 28 años, vestida con una gorra roja, un chaleco de protección, un fusil de asalto en una mano y una segunda arma colgando de la cadera, entró a la fuerza a The Covenant School, una academia cristiana en Nashville, Estados Unidos.
Rompió los vidrios de las puertas a balazos e ingresó al recinto, el mismo que le había abierto las puertas para educarla cuando era niña, y procedió a efectuar el tiroteo número 131 en EE.UU. en lo que va el 2023, dejando a seis fallecidos: tres niños y tres adultos.
Las víctimas de Audrey Hale
La atacante, quien después fue identificada como Audrey Hale, murió en el enfrentamiento con los policías.
Aunque no tenía antecedentes penales, las autoridades declararon que estaba siendo tratada por “desorden emocional”. Todavía no se sabe cuál fue su motivo, pero una excompañera suya le dijo al medio NewsChannel5 que recibió un mensaje de ella minutos antes del ataque, que “Hale ya no quería vivir y necesitaba morir”.
“He dejado atrás pruebas más que suficientes, pero algo malo está a punto de suceder”, se leía en el escrito de la asesina, quien era portadora de un total de 7 armas y que se identificaba como persona trans.
La policía cree que los asesinatos no fueron específicamente dirigidos, pero antes de enfrentarse con las autoridades, Audrey Hale asesinó a tres niños de 9 años y tres adultos que trabajaban en la escuela.
Estas fueron las víctimas:
Katherine Koonce, 60
Era la directora de la escuela Covenant desde julio de 2016. Tenía 60 años y 23 de experiencia como educadora, además de contar con un máster y un doctorado en su área. Cercanos a ella la describieron como una educadora comprometida, creyente de la palabra de Dios y una mujer persistente.
“Siempre hizo sentir a sus alumnos que eran amados por un Dios que se preocupaba por ellos personalmente y que era nuestro trabajo mostrarnos ese amor unos a otros como semejantes”, le dijo a la BBC Robert Gay, un hombre que estudió bajo su mandato entre 2000 y 2006.
Cynthia Peak, 61
Era una maestra sustituta de 61 años. Su familia confirmó su deceso, no sin antes reconocer lo que significó para ella: “Nuestros corazones están rotos. Cindy era un pilar de la comunidad y una maestra querida por todos sus alumnos”.
“Sus roles favoritos en la vida era ser madre de sus tres hijos, esposa de su esposo y educadora de estudiantes. Nunca dejaremos de extrañarla. (...) Ella nunca dudó de su fe y sabemos que está envuelta en los brazos de Jesús”, agregaron los cercanos a Cynthia.
Mike Hill, 61
Era el conserje de la escuela desde hace más de una década. Los medios locales lo describieron como un hombre cariñoso, que amaba su trabajo y consideraba a sus compañeros como una familia.
Además, dejó atrás a sus siete hijos y 14 nietos, quienes agradecieron a la comunidad por “todos los pensamientos y oraciones continuos”, mediante un comunicado a ABC News.
“Mientras nos afligimos y tratamos de encontrar un sentido a lo que sucedió, seguimos pidiendo apoyo. Oramos por la escuela y estamos muy agradecidos de que Michael fuera amado por los estudiantes que lo llenaron de alegría durante 14 años”, agregaron.
Evelyn Dieckhaus, 9
La niña era estudiante de tercer grado en la Escuela Covenant. “Nuestros corazones están completamente rotos. No podemos creer que esto haya sucedido”, dijo la familia en un comunicado.
“No podemos creer que esto haya sucedido. Evelyn fue una luz brillante en este mundo. Apreciamos todo el amor y el apoyo, pero pedimos espacio mientras estamos de luto”, declararon.
Hallie Scruggs, 9
Hallie era compañera de Evelyn Dieckhaus, y también cursaba el tercer grado en la escuela. Era hija de Chad Scruggs, el pastor principal de la Iglesia Presbiteriana Covenant, que comparte el lugar con la escuela.
El hombre describió a su hija como “un gran regalo. Estamos desconsolados. A través de las lágrimas, confiamos en que ella está en los brazos de Jesús, que la resucitará una vez más”.
William Kinney, 9
El niño de 9 años, quien también estaba en tercer grado, fue descrito por Rachael Freitas, una amiga de su familia, como “un niño con un espíritu imperturbable. Era infaliblemente amable, gentil cuando la situación lo requería, rápido para reír y siempre inclusivo con los demás”.
“El dulce Will no conocía extraños, y nuestros corazones están rotos por su familia, mientras intentan encontrar el camino para seguir”, agregó.