Un gran escándalo golpeó en marzo a la red social Facebook; tanto, que su creador, Mark Zuckerberg, debió declarar ante la justicia. Pese a que pidió perdón a los millones de usuarios y prometió mejorar la seguridad, hoy la credibilidad de la red social está en entredicho y, según los usuarios chilenos, ha afectado su comportamiento a la hora de usar la red social.

Así lo revela el primer estudio hecho en el país que midió el impacto de la filtración de datos entre los usuarios locales. La investigación fue realizada por TrenDigital de la U. Católica y la agencia MediaInteractive e incluyó entrevistas a 365 usuarios de Facebook en el país.

La crisis se remonta a 2013, cuando cerca de 300 mil personas realizaron un test de personalidad de los muchos que aparecían en la red. Lo que no sabían era que al contestarlo, entregaban sus datos y los de sus amigos a Cambridge Analytica (CA), una filial de la compañía de marketing británica Strategic Communication Laboratories (SCL) que se dedica a entregar a empresas y organizaciones políticas análisis de Big Data. En teoría, y según Facebook, CA podía acceder a los datos para hacer investigación, pero sin comercializarlos, que fue lo que finalmente hizo. Según la denuncia del diario The New York Times, The Observer y The Guardian, la compañía logró acceder a datos de 200 millones de usuarios de Facebook y desarrolló un software para predecir e influir en los votantes estadounidenses en las últimas elecciones que dejaron a Donald Trump como presidente.

De acuerdo al estudio de TrenDigital, el 55% de los usuarios de Facebook afirma haber disminuido la cantidad de tiempo que pasa viendo esta red, el 65% admite haber disminuido la cantidad de publicaciones, el 63% dijo disminuir también el número de comentarios que realiza y el 63% ya no geolocaliza su posición mientras está conectado (ver infografía).

¿Qué pasó? Según Daniel Halpern, investigador de TrenDigital y autor del informe, se trata de las consecuencias tras el escándalo. "Lo primero que ocurrió cuando se supo de esto fue que en la Bolsa bajó el precio de las acciones de Facebook. Esto es un castigo de los usuarios. Las personas no han dejado de utilizarla, pero dicen que han modificado su uso. Es difícil saber si efectivamente cambiaron su comportamiento frente a la red o si el uso bajó un momento y ya se regularizó. Nosotros medimos percepción y lo que la gente dice que hace", aclara Halpern.

El 49% de las personas dice haber cambiado la configuración de la privacidad de su cuenta y el 51% señala haber eliminado los permisos de aplicaciones.

Cuando se considera a usuarios y no usuarios de Facebook (personas con acceso a internet), el 67% dice que las personas no deberían compartir información en esta red, el 62% cree que la plataforma modifica el comportamiento de las personas y el 57% cree que la red hace un mal uso de los datos personales.

También relacionado con la confianza en Facebook, el 50% de las personas que tienen internet ha comenzado a desconfiar de las noticias que aparecen en la red y otro 50% dice que disminuyó su nivel de confianza. "Hay una gran cantidad de personas que dice que está haciendo cambios, pero sigue teniendo un 90% de penetración entre las personas que usan internet y más del 70% dice utilizarlo más de una hora", indica el investigador de TrenDigital.

Alan Gringras, gerente general de MediaInteractive, afirma que la desconfianza de las noticias minan también la confianza en la plataforma. "Hay una falta de confianza alta, la disminución de los comentarios, la geolocalización. Todo eso indica que están siendo más cuidadosos con la red. Sin embargo, mi sensación personal es que estas precauciones son temporales. Se reacciona con rechazo, pero luego se olvida el escándalo y también los compromisos que asumió Facebook sobre reparar sus errores".

Según el informe, de los usuarios de internet, solo el 9,7% reconoce no utilizar Facebook, mientras el 17,6% lo hace más de tres horas durante el día. Es, después de WhatsApp, la red social que más usan los chilenos.

"Pese a que creen que modifica creencias y política de las personas lo siguen ocupando, muy libremente, pero ven el efecto en terceras personas, no en sí mismos. Otras personas comienzan a utilizar otras redes, distintas de Facebook, como Instagram o WhatsApp, pero no saben que también pertenecen a Facebook y funcionan de la misma manera", dice Halpern.