Los tumores hepáticos representan en Chile el décimo cáncer "más frecuente", mientras que a nivel mundial es el quinto carcinoma mortal, según datos recopilados en 2018 por la Organización Mundial para la Salud (OMS) y la International Agency for Research on Cancer (Globocan). Estas instituciones, dieron cuenta que de este dato, el cual representa el 3,22 % del total de esta enfermedad, siendo 1.582 nuevos casos, responsable de 1.448 muertes, 5 % del total de muertes por cáncer y una prevalencia estimada a cinco años de 1.060 casos anuales.

"El carcinoma hepatocelular es el tumor responsable de la mayor parte de los cánceres de hígado, y entre las causa que hasta hoy se conocen se encuentra el daño prolongado al hígado, como es el caso de infecciones crónicas por virus de hepatitis B o C, la cirrosis alcohólica, esteatohepatitis no alcohólica o hígado graso en pacientes con resistencia a la insulina y otros", señaló el médico, patólogo, oncólogo molecular y CEO del Centro Clínico ReCell, Ramón Gutiérrez en conversación con Efe.

Gutiérrez sostuvo que lo preocupante es que las estimaciones muestran que en Chile al menos un cuarto de la población adulta sufre de hígado graso no alcohólico y esta enfermedad está en el origen de cerca del  15 % de los casos de cáncer hepático. Por otro lado, cerca del 5 % de los pacientes que sufren de cirrosis desarrollan este tipo de cáncer.

"El mayor problema del cáncer hepático es que es una enfermedad silenciosa dado a su característica asintomática, lo cual hace que generalmente se detecte en etapas avanzadas cuando las posibilidades de tratamiento efectivo son más bajas", enfatizó Gutiérrez en declaraciones a Efe, quien además es presidente de la Sociedad Chilena de Inmunoterapia de Células Dendríticas y Exosomas (SOCHIDEX). A pesar de ello, subrayó, existen diversos tratamientos a los que se pueden acceder dependiendo del estado del paciente, tamaño del tumor, entre otros factores.

Entre los tratamientos tradicionales se encuentran la cirugía, la quimio y la radioterapia, a lo que se suman terapias complementarias que contribuyen a una mejor evolución del paciente y que ayudan a potenciar hasta un 40 % los resultados de los tratamientos tradicionales, siendo incluso, en algunos casos de cáncer en etapas más avanzadas, la única opción. "Los tratamientos de inmunoterapia de células dendríticas de tercera generación utilizan técnicas con uno de los protocolos más personalizados y específicos dado que son elaborados para cada paciente y son capaces de estimular el sistema inmunológico, reconociendo y destruyendo las células tumorales, y entregando una nueva esperanza a los pacientes", añadió el médico.

"Todo esto permite en algunos tipos de cáncer lograr disminuir hasta un 70 % la reaparición de la enfermedad, reducir hasta un 80 % la intensidad de complicaciones clínicas derivadas del tumor; mejorar la calidad de vida y extender la supervivencia global, teniendo presente que por ser una terapia biológica, el mismo protocolo puede evolucionar distinto en cada persona", añadió el experto. El doctor Gutiérrez señaló que los excesos de consumo de alimentos no saludables, la ingestión de alcohol, resistencia a la insulina, sedentarismo, intoxicación por aflatoxinas y otros, suscitan consecuentemente la aparición de nuevos casos y el desarrollo del cáncer al hígado.

Gutiérrez, también explicó que si bien la enfermedad es más frecuente en los hombres, en las mujeres se ha observado un incremento en el número de casos, "sobre todo después de los 50 años".