Tres personalidades del mundo de la tecnología, la banca y el derecho, junto con miembros de sus familias, se dan por muertos tras el naufragio de un yate de lujo frente a la costa de Sicilia.
Los guardacostas italianos informaron a primera hora del martes que los cadáveres de los seis desaparecidos podrían haber quedado atrapados en el yate, que se hundió a más de 60 metros de profundidad.
El empresario tecnológico Mike Lynch y su hija se encontraban entre las seis personas desaparecidas, según los guardacostas, después de que el yate se viera afectado por una tormenta repentina justo antes del amanecer del lunes. Portavoces de la empresa confirmaron el martes que el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su esposa, Judy, y el abogado de Clifford Chance Chris Morvillo y su esposa, Neda, se encontraban entre los desaparecidos.
Las autoridades confirmaron que se había recuperado el cadáver de una séptima víctima, identificada como Recaldo Thomas, un canadiense-antillano que era el cocinero del yate. Un total de 22 personas se encontraban a bordo de la embarcación cuando se hundió.
Los equipos de rescate estaban reevaluando la forma de acceder a los restos del naufragio, después de que la primera inspección de los buzos fuera bloqueada por los escombros, dijeron los guardacostas.
“El espacio es muy reducido, porque todo se cayó cuando zozobró”, declaró a la prensa Luca Cari, jefe del cuerpo nacional de bomberos de Italia. “Los buzos están intentando retirar muebles, cables y otros restos para despejar los pasillos”.
El gobierno del Reino Unido dijo el martes que había enviado un equipo de investigadores de accidentes marítimos a la capital de Sicilia, Palermo, para ayudar a las autoridades italianas.
Se desplegaron equipos de buceo, helicópteros y lanchas patrulleras para ayudar en las tareas de rescate, dijo el portavoz.
Lynch, uno de los empresarios tecnológicos más célebres del Reino Unido, fue absuelto recientemente en Estados Unidos de las acusaciones de haber inflado fraudulentamente el valor de la empresa que vendió a Hewlett Packard por 11.000 millones de dólares.
Muchos de los invitados a bordo del barco se habían reunido para celebrar la libertad de Lynch tras cerca de un año de arresto domiciliario en Estados Unidos.
Bloomer dirigió anteriormente el comité de auditoría de Autonomy, la empresa que Lynch fundó y vendió a Hewlett Packard. Morvillo, socio principal del bufete de abogados Clifford Chance y ex fiscal adjunto de EE.UU. en Nueva York, representó al empresario británico durante su juicio en Estados Unidos.
Los sitios web de arriendo de yates ofrecían la embarcación, llamada Bayesian, en alquiler por 195.000 euros, equivalentes a unos 215.000 dólares, a la semana. Era propiedad de la esposa de Lynch, Angela Bacares. La embarcación, de 56 metros de eslora, tenía capacidad para 12 invitados y 10 tripulantes.
Quince personas, entre ellas una niña de un año y Bacares, fueron rescatadas. Ayla Ronald, abogada de Clifford Chance que trabajó en el caso de fraude de Lynch, también fue una de las supervivientes, según declaró su padre, Lin Ronald.
El yate, valorado por los corredores en unos 35 millones de dólares, estaba anclado cerca del puerto de Porticello el domingo por la noche cuando una tormenta azotó la costa, creando una columna de aire y agua parecida a un tornado, dijo un funcionario de la guardia costera.
Según las autoridades, el yate fue alcanzado por una tromba de agua antes de zozobrar. Las trombas de agua son frecuentes en verano, pero no duran mucho y rara vez las detectan los radares.
El pescador local Dino Gallo dijo que ese día se levantó temprano para comprobar el tiempo para pescar y vio una bengala en el puerto sobre las 4:40 a.m. “Bajé pero sólo había cojines, una embarcación auxiliar y otros restos flotando. El yate había desaparecido”, explicó. Los guardacostas afirman que el yate no emitió señales de socorro.
Lynch, de 59 años, fundó la empresa de software Autonomy en la década de 1990.
Fue acusado en 2018 por el gobierno estadounidense, que alegó que él y sus lugartenientes habían utilizado documentos falsos y engañosos para hacer que el fabricante de software empresarial fuera más atractivo para un posible comprador. Luchó sin éxito contra la extradición a Estados Unidos.
Lynch fue absuelto de los cargos penales en junio, poniendo fin a una saga de casi 13 años. Declaró después que estaba “eufórico” y deseando volver a lo que amaba, “mi familia e innovar en mi campo”.
Después de que Lynch fuera absuelto en su caso hace dos meses, Morvillo escribió en su perfil de LinkedIn para dar las gracias a su equipo, a su mujer y a sus dos hijas. “Estoy tan contento de estar en casa”, escribió en su último post en la página. “Y todos vivieron felices para siempre....”.
Un representante de Clifford Chance dijo en un comunicado: “Estamos conmocionados y profundamente entristecidos por este trágico incidente. Nuestros pensamientos están con nuestro socio Christopher Morvillo y su esposa Neda, que se encuentran entre los desaparecidos. Nuestra máxima prioridad es prestar apoyo a la familia, así como a nuestra colega Ayla Ronald, que afortunadamente sobrevivió al incidente junto con su pareja”.
Bloomer, de 70 años y contable de formación, formó parte de varios consejos de administración de empresas de primera fila en Londres, entre ellas la presidencia de Morgan Stanley International y la presidencia no ejecutiva de la aseguradora Hiscox, con sede en el Reino Unido.
Anteriormente formó parte del consejo de Autonomy y fue nombrado jefe de su comité de auditoría en 2010. Bloomer testificó ante los tribunales en defensa de Lynch durante la batalla legal de HP contra el fundador de Autonomy. Su esposa, Judy, de 71 años, colaboraba con varias organizaciones benéficas y en LinkedIn figuraba como psicoterapeuta.
Pocos días antes del hundimiento, uno de los coacusados de Lynch en el caso de fraude en Estados Unidos, Stephen Chamberlain, murió atropellado por un coche mientras hacía footing cerca de su casa en Cambridgeshire (Inglaterra).
Chamberlain trabajaba como alto cargo del departamento financiero de Autonomy y fue acusado junto a Lynch en el caso de 2018. Fue absuelto de todos los cargos a principios de este año. Tras dejar Autonomy en 2012, Chamberlain trabajó como director de operaciones de la empresa de ciberseguridad Darktrace, en la que Lynch también invirtió.