Cuidar bien los dientes puede estar relacionado con una mejor salud cerebral, según un estudio publicado en la edición online de Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
Los investigadores puntualizan que estos resultados no prueban que la enfermedad de las encías o la pérdida de dientes causan la enfermedad de Alzheimer, sino que solo muestra una asociación.
El estudio descubrió que la enfermedad de las encías y la pérdida de dientes estaban relacionadas con el encogimiento cerebral en el hipocampo, que desempeña un papel en la memoria y la enfermedad de Alzheimer.
“La pérdida de dientes y la enfermedad de las encías, que es una inflamación del tejido que rodea los dientes que puede causar la contracción de las encías y el aflojamiento de los dientes, son muy comunes, por lo que la evaluación de un posible vínculo con la demencia es increíblemente importante —apunta el autor del estudio Satoshi Yamaguchi, de la Universidad de Tohoku (Japón)—. Nuestro estudio descubrió que estas afecciones pueden desempeñar un papel en la salud del área cerebral que controla el pensamiento y la memoria, dando a la gente otra razón para cuidar mejor sus dientes”.
El estudio
En el estudio participaron 172 personas con una edad media de 67 años que no tenían problemas de memoria al inicio del estudio.
Los participantes se sometieron a exámenes dentales y a pruebas de memoria al inicio del estudio.
También se les realizaron escáneres cerebrales para medir el volumen del hipocampo al inicio del estudio y de nuevo cuatro años después.
Los investigadores contaron el número de dientes de cada participante y comprobaron la presencia de enfermedades de las encías mediante la profundidad de sondaje periodontal, una medida del tejido de las encías.
Las lecturas saludables oscilan entre uno y tres milímetros.
La enfermedad periodontal leve implica profundidades de sondaje de tres o cuatro milímetros en varias zonas, mientras que la enfermedad periodontal grave implica profundidades de sondaje de cinco o seis milímetros en varias zonas, así como una mayor pérdida ósea, y puede provocar que los dientes se aflojen y acaben cayéndose.
Los investigadores descubrieron que el número de dientes y la cantidad de enfermedad de las encías estaban relacionados con cambios en el hipocampo izquierdo del cerebro.
En el caso de las personas con enfermedad periodontal leve, tener menos dientes se asociaba a un ritmo más rápido de encogimiento cerebral en el hipocampo izquierdo.
Sin embargo, en el caso de las personas con enfermedad periodontal grave, tener más dientes se asociaba a un ritmo más rápido de contracción cerebral en la misma zona del cerebro.
Una vez ajustada la edad, los investigadores descubrieron que, en el caso de las personas con enfermedad periodontal leve, el aumento de la tasa de encogimiento cerebral debido a un diente menos equivalía a casi un año de envejecimiento cerebral.
Por el contrario, para las personas con enfermedad periodontal grave, el aumento del encogimiento cerebral debido a un diente más equivalía a 1,3 años de envejecimiento cerebral.
Las conclusiones
“Estos resultados ponen de relieve la importancia de preservar la salud de los dientes y no solo de conservarlos —afirma Yamaguchi—. Los hallazgos sugieren que conservar los dientes con enfermedad grave de las encías está asociado con la atrofia cerebral. Controlar la progresión de la enfermedad de las encías mediante visitas regulares al dentista es crucial, y los dientes con enfermedad grave de las encías pueden necesitar ser extraídos y sustituidos por prótesis adecuadas”, añade.
Yamaguchi señala que se necesitan estudios futuros con grupos más amplios de personas.