Carlos Yulo comenzó a llorar de inmediato. Con las manos sobre su cabeza, intentaba contener la emoción del momento, y es que a sus 24 años, se convirtió en el primer hombre filipino de la historia en obtener dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos.
Su desempeño en París 2024 lo hizo merecedor de oro en tan solo dos días. Yulo es gimnasta, compitió en suelo y salto de potro, y representó con orgullo a Filipinas las dos veces que se subió al podio a recibir dos medallas de oro olímpicas.
“Somos un país muy pequeño y el número de atletas no es el mismo que el de Estados Unidos o el Reino Unido”, dijo después en un punto de prensa. “Conseguir una medalla de oro es muy importante para nosotros”.
Con la voz emocionada, Yulo aseguró que el premio iba dirigido a su país: “Se lo dedico a los filipinos que me han apoyado. Les estoy muy agradecido. Quiero darles las gracias por verme y rezar por mí durante toda la competición”.
El atleta se llevará a casa dos flamantes medallas de oro, un premio invaluable para Filipinas, quienes desde ya se han asegurado de hacerle sentir al joven atleta que lo esperan con una gran bienvenida.
Según relató BBC Mundo, en el país asiático se desató la “Yulomanía”, donde no solo las autoridades quieren recompensar al deportista por sus hazañas, sino también empresas privadas y emprendimientos que le han ofrecido premios en efectivo y servicios de por vida.
Esto es todo lo que le espera a Carlos Yulo, cuando vuelva a Filipinas con sus flamantes medallas de los Juegos Olímpicos.
Cómo Filipinas busca premiar a Carlos Yulo por sus medallas en París 2024
“Solo esperaba tener un buen desempeño. Realmente no esperaba una medalla”, dijo con timidez Carlos Yulo, después de que obtuviera su segunda medalla con una puntuación ganadora de 15,116 en salto, el pasado domingo, 4 de agosto.
Sus contrincantes más cercanos fueron el armenio Artur Davtyan —quien sacó 14,966 puntos— y el británico Harry Hepworth —quien salió tercero con 14,949—.
El día anterior, obtuvo 15 puntos en el ejercicio de suelo masculino, superando al israelí Artem Dolgopyat (atleta que ya había ganado dos medallas de oro consecutivas) con una muy breve diferencia de 0,034.
“Nos tomó 100 años escuchar Lupang Hinirang (el himno nacional de Filipinas) dos noches seguidas mientras el mundo miraba. ¡Muchas gracias por el orgullo y el momento histórico”, escribió un usuario en la red social X (antes Twitter).
Las redes se llenaron de comentarios de admiración y agradecimiento hacia Carlos Yulo, quien marcó un antes y después en la historia de su país, pues Filipinas se incorporó a los Juegos Olímpicos hace exactamente un siglo.
La primera medalla de oro la ganó la levantadora de pesas Hidilyn Díaz, hace tres años en Tokio. No obstante, Yulo ha sido el primer hombre en ganar el máximo galardón olímpico en gimnasia: dos medallas de oro consecutivas.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr y la primera dama Liza Araneta-Marcos felicitaron al gimnasta a través de Facebook: “No hay palabras que puedan expresar lo orgullosos que estamos de ti, Caloi”, escribió el mandatario.
“¡Has conseguido el ORO para Filipinas no una, sino dos veces! Los filipinos de todo el mundo permanecieron unidos, animándote y apoyándote”.
Como recompensa, el gobierno filipino anunció que le entregará al joven un total de 10 millones de pesos filipinos (173.300 dólares / 165 millones de pesos chilenos aproximadamente). Este es el premio que fue prometido para cualquier medallista de oro del país.
Además, una empresa de bienes raíces, llamada Megaworld Corporation, le prometió a Yulo una casa amoblada en McKinley Hill, en la ciudad de Taguig, que está valuada en más de 400.000 dólares (378 millones de pesos chilenos aprox.).
“En 2024, celebramos nuestro centenario de participación en los Juegos Olímpicos, y qué mejor manera de celebrar este hito que reconociendo el magnífico espíritu competitivo de nuestro nuevo medallista de oro olímpico y dándole la bienvenida a McKinley Hill”, declaró Lourdes T. Gutiérrez-Alfonso, presidenta de Megaworld, en un comunicado de prensa.
“McKinley Hill es el hogar de varios atletas de clase mundial, incluidos miembros de los equipos nacionales filipinos de baloncesto y fútbol. Esto lo convierte en un hogar perfecto para los campeones filipinos que viven una vida de pasión y excelencia de principio a fin”.
Por su parte, la Cámara de Representantes filipina aseguró que le otorgará al deportista una cifra de seis millones de pesos filipinos en efectivo (103.000 dólares / más de 97 millones de pesos chilenos).
Y, por si fuera poco, algunas empresas privadas, como clínicas médicas y universidades, han querido sumar sus propios regalos a la lista. Un gastroenterólogo filipino le ofreció consultas y colonoscopias gratuitas de por vida y la Universidad de Mindanao le dio créditos universitarios gratuitos.
Distintas cadenas de restaurantes también están esperando el regreso de Caloi con comida de por vida: ofrecieron macarrones con queso, ramen (una especie de sopa con fideos y verduras) y pollo a la parrilla.
Además, si es que en algún momento se llega a casar, tendrá un fotógrafo gratis asegurado. Y, si necesita proteger su celular, también tendrá carcasas de por vida.
Fue tal la celebración de Yulo que quienes tienen el mismo nombre que el deportista (Carlos o Edriel, su segundo nombre), pudieron comer gratis en distintos restaurantes y cafés, según informó la prensa local.
La alcaldesa de Manila, capital de Filipinas y la ciudad que vio crecer al deportista olímpico, aseguró que lo están esperando con los brazos abiertos: “La más grandiosa bienvenida será para él y para todos nuestros atletas olímpicos de París”, dijo Honey Lacuna.
“Le presentaremos a Carlos Yulo incentivos en efectivo, premios y símbolos de la eterna gratitud de la orgullosa capital de Filipinas”.