Varias regiones del centronorte de Chile atraviesan estos días una ola de calor con temperaturas históricamente altas para los meses del invierno austral, una “ventana” que permite asomarse a un futuro cada vez más cálido.
La temporada de invierno ha sido agitada en el país sudamericano. A fines de junio, se desató el temporal de lluvias más intenso de las últimas tres décadas, que dejó miles de damnificados, pueblos aislados y caminos cortados en la zona centro sur del país.
Y en los primeros días de agosto, una ola de calor récord para la temporada se desplaza por las vastas regiones del norte y centro del país, inusuales para estos días pese a que están más habituadas a la falta de agua y a mayores temperaturas.
El miércoles, varias localidades de la zona norte y centro del país superaron nuevamente los 30 grados Celsius, informó el Servicio Nacional de Meteorología.
Ola de calor en gran parte de Chile: qué dicen los expertos
Temperaturas más cálidas en todo el mundo y, por otra parte, el fenómeno de El Niño que eleva las temperaturas en zonas del Pacífico están entre las causas.
“De alguna forma esta es una ventana hacia el futuro, estamos anticipándonos a condiciones que se van a ir normalizando”, dijo a Reuters el doctor en Ciencias del Clima Martin Jacques, académico de la sureña Universidad de Concepción.
“Lo que ahora parece muy extremo podría ser, gradualmente, cada vez más normal en algunos años”, añadió.
El servicio meteorológico reportó también que el martes una estación de control en una zona cordillerana de Coquimbo registró 37 grados Celsius, “la segunda temperatura máxima histórica a nivel nacional para los meses de invierno.
En agosto de 1951 se registró una T° máx de 37,3 °C en Copiapó”, una ciudad en el norte.
“Tener temperaturas de 37 grados en pleno invierno austral es extraordinario, es una anomalía de temperatura de casi 15 grados por encima de valores típicos y desgraciadamente no se trata de un problema local, es un problema global”, dijo Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago.
También informó temperaturas de hasta 25 grados Celsius en la capital Santiago, donde en pleno invierno circulaban peatones en camisetas o pantalones cortos, muy inusual para esta época.
En Chile, los meses de invierno suelen ser fríos y húmedos y los de verano calurosos y secos, aunque también hay marcadas diferencias entre el árido norte minero, la zona central de clima templado y el sur lluvioso, a lo largo de un territorio de más de 4.000 kilómetros de largo.
En la última década, además, la zona central de Chile ha enfrentado una severa sequía. Y la nieve que caiga estos meses invernales en las cumbres de la Cordillera de Los Andes constituyen las reservas de agua para el seco verano.
La situación “es bastante frágil”, dijo Jacques, en la medida de que no se vaya reponiendo la nieve. “Así es que eventos de alta temperatura en invierno afectan efectivamente el caudal que se puede esperar en primavera por derretimiento”.
En julio predominaron altas temperaturas máximas extremas en la zona norte y olas de calor desde el norte al centro-sur de Chile, según el servicio nacional de meteorología, que emitió una “advertencia” agrícola por un aumento relevante de las temperaturas máximas entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana de Santiago.