Daniel Matamala
"En Chile necesitamos políticos y gobiernos con el coraje para amenazar esa 'vida tranquila' de unos pocos poderosos. Y garantizar así una vida más tranquila para los que nos deberían importar: los millones de chilenos que pagan, de su bolsillo, las rentas de esos monopolistas".
La cúpula del PC chileno ha mantenido su inconmovible pleitesía hacia La Habana, aun cuando los jóvenes revolucionarios verde oliva se hayan convertido en ancianos sátrapas. Y a Caracas, aun cuando las promesas socialistas de Hugo Chávez se hayan transformado en la pesadilla de represión y miseria de Nicolás Maduro.
Si nos tomáramos en serio a estos políticos (spoiler: no lo merecen; no son serios), Armendáriz sería algo así como el fiscal de Schrödinger. Actúa simultáneamente como un operador comunista y un operador anticomunista.