Si bien no pude encontrar mi destino en la capital del país de las libertades, del gran sueño americano, donde aprendí a caminar sobre la nieve fresca, recién caída, donde celebré tembloroso y asustado el nacimiento de mi hija mayor, donde mi esposa se graduó con una maestría en ciencias políticas sin advertir que la política era todo menos una ciencia, vine a hallar mi lugar en el mundo, hace exactamente tres décadas.
5 oct 2024 06:48 PM