La competencia política es vital en una democracia, y que los adversarios sean firmes y duros en sus críticas es lo que les permite crear confianza en que tienen una alternativa real al gobierno de turno. El problema es que la derecha radical -la de Kast, Milei, Meloni o Le Pen– no comulga con ese principio básico de la democracia.
20 may 2024 01:30 PM