La democracia y el Estado de Derecho no son lo mismo, este último está en retroceso, y la degradación es un fenómeno mundial.
2 nov 2023 12:42 PM
La democracia y el Estado de Derecho no son lo mismo, este último está en retroceso, y la degradación es un fenómeno mundial.
El horror que nos produce la barbarie de Hamas no debe, sin embargo, nublar la visión de otras situaciones inéditas que se están dando en la política israelí.
El partido gobernante de India nunca ha dejado de inflamar las tensiones religiosas como método de aferrarse al poder.
Los impactos de un ataque coordinado contra los principales cables submarinos a nivel global serían incalculables. Un ataque simultáneo paralizaría el comercio global, la banca y las finanzas, el teletrabajo, y las industrias de tecnología y comunicación, provocando una recesión mundial.
Los opresores hoy son derrocados con menos frecuencia que los de ayer y, cuando se van, dejan un caos difícil de gobernar.
En Silicon Valley, todos intuyen que hay grandes fortunas a ser ganadas en órbita, y eso está alimentando esta fiebre del oro en el espacio.
Nuestro lenguaje sigue evolucionando y esto sirve para expresar nuevos valores.
Ciertamente nuestras sociedades no están listas para lo que se nos viene encima como resultado de las aplicaciones de la inteligencia artificial.
La tendencia al envejecimiento y achicamiento poblacional de China y Rusia plantea retos inéditos: amenaza su estabilidad, provoca disrupciones del mercado de trabajo y limita la capacidad para pagar servicios.
El primer ministro de Israel y el Presidente de México están intentando cambiar la política de su país de manera profunda, y ambos lo están haciendo de una manera profundamente antidemocrática.
En la medida en la cual la falta de resultados concretos de los “políticos de siempre” le abre la puerta a líderes populistas que basan su poder en la polarización y las mentiras, la utilización de las guerras culturales y farsas disfrazadas de revoluciones se va a hacer más frecuente.
Solo imponiendo altos costos monetarios, legales y reputacionales podrá defenderse la sociedad ante la manipulación de la realidad colectiva.
Por dramática que nos pueda parecer la cleptocracia, no es la principal amenaza de la corrupción a gran escala. Ciertos países van más allá y se convierten en estados mafiosos.