Decir u oír 'rojo italiano' está hoy casi institucionalizado como aquel color rojo intenso que muchos asocian a la pasión, incluso, dando significado a elementos ajenos al mundo motor. ¿Se trata acaso de una coincidencia? No. El rojo distingue históricamente a los autos italianos de competición, una tendencia establecida en el periodo de entreguerras para diferenciar a los autos según su nacionalidad y de la que también tomaron parte distinguidos fabricantes británicos, franceses y alemanes, todos reconocidos como precursores del motorsport. A lo largo de los años, cada uno de esos clanes creó sabrosas historias, defendiendo sus principios y sus colores.