Verdades absolutas

El año 2013, el agente de la CIA Edward Snowden reveló al mundo el programa de monitoreo y vigilancia mundial que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana llevaba ejecutando desde hacía años, con la cooperación de varias compañías de comunicación y gobiernos europeos. Acusado de traición y espionaje, Snowden terminó huyendo de su país y encontró asilo en Moscú.

No es extraño que un caso así interesara a Oliver Stone, uno de los directores más políticos y comprometidos con causas que apuntan a las políticas de gobierno y las libertades individuales. Su cine siempre ha estado imbuido en este universo, aunque con el tiempo el ardor y furor que dominaban sus primeras cintas ha ido menguando hasta llegar a lo que es hoy, un cine más bien impersonal, incapaz de levantar polvareda, menos sacar roncha. Lo suyo nunca fue el crear grandes personajes ni lograr conectar emocionalmente al espectador, su obra siempre corrió más por la impresión forzada y la autocracia en su planteamiento. Es cierto que donde hubo fuego quedan cenizas y algunas se encuentran en Snowden, pero más allá de levantar un thriller paranoico en la veta de Tres días del Cóndor (1975), es poco lo que hace, más que dejar claro su punto de vista y llevar en volandas a su protagonista como el gran héroe de este siglo, además de manifestar, una vez más, lo corrupto del sistema. Lo que le haría bien a Stone sería integrar áreas grises, interrogantes más que verdades absolutas. En suma, entregarle al espectador la libertad de decidir, esa misma libertad que él tanto reclama.

https://www.youtube.com/watch?v=QlSAiI3xMh4

Nota 5. Dirigida por Oliver Stone. Con Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Melissa Leo. Thriller, biografía. 134 minutos. Francia, Alemania, Estados Unidos, 2016. Todo espectador +7