Jean-Michel Jarré sobre los derechos de autor: "La sociedad debe proteger a los artistas"
En entrevista con Billboard, el músico comentó la relevancia de defender los derechos de autor y la música en la era digital.
Desde comienzos de los 70 que Jarré comenzó a cimentar su nombre en la escena musical. La banda sonora del filme Les Granges Brûlées (1973) y su álbum no oficial Deserted Palace (1972) fueron sus primeros trabajos, pero fue con Oxygene (1976) que se consolidó en el género de la música electrónica.
Con más de 80 millones de álbumes vendidos y 40 años de carrera, Jean-Michel Jarré ha desatacado por sus shows en vivo no solo por la calidad musical, también por los efectos visuales y la innovación tecnológica que demuestra. Pero Jarré no se preocupa solo de su música, desde 2013 que preside la Organización global de creadores (CISAC) para la defensa de los derechos de autor de artistas y creadores.
Es en torno a esta temática que Jarré conversó en entrevista exclusiva con Billboard, un asunto que el compositor califica como "no solo relevante para la industria musical, sino también una parte clave de los derechos humanos: proteger los derechos de autor y abordar la brecha de valor".
—Recientemente diste un discurso en la conferencia UNESCO en Paris argumentando a favor de una legislación más dura para abordar la llamada 'brecha de valor', la cual describiste como "una falla fundamental en el panorama creativo". ¿Por qué quieres cambiar las normas del mercado, específicamente en torno a plataformas generadas por usuarios como Youtube?
— Estamos enfrentando una situación surreal, donde las industrias creativas nunca han hecho tanto dinero -más que la industrias de autos, la industria de la moda y todos los otros sectores de la sociedad, en términos de crecimiento y trabajos. Así que puedes decir que todo es genial. El problema es que el núcleo de esta industria creativa -los creadores y autores- nunca habían obtenido tan poco. Y este no es solo un problema para un sector nicho de la sociedad. Es un gran problema para cada familia en el mundo. Para cada individuo del planeta. Porque en cada familia tú tienes a un niño soñando con convertirse en un artista gráfico, director audiovisual o músico y [a no ser que algo cambie] mañana tendrán que olvidar su sueño. Tenemos que cambiar el sistema alrededor del mundo y ese cambio podría venir de África, Washington, Europa o China; alguien tiene que impulsar la luz verde para proteger a los artistas y proteger la propiedad intelectual. No es un problema financiero. No es un problema moral. No es un problema ético. La propiedad intelectual debería ser considerada parte de los derechos humanos. Si no creamos un modelo de negocios decente para el siglo XXI, para todos estos sectores de la sociedad, podríamos no tener al próximo Stanley Kubrick, el próximo Coldplay o el próximo Picasso.
—El año pasado, la Comisión Europea (EC) publicó propuestas de derechos de autor, que actualmente están siendo consideradas por el Parlamento Europeo, el cual podría forzar plataformas como YouTube a pagar más por usar el contenido de los artistas. ¿Sientes que las propuestas de la EC han ido suficientemente lejos?
—Es un buen primer paso. La comisión europea entendió el problema y ahora estamos contando con el Parlamento europeo para seguir el consejo con urgencia. Obviamente, tienes constante apoyo de nuestros consejeros dando los argumentos de la defensa; que [abordar la brecha de valor] no es tan importante. Pero en cierto punto, tenemos que hacer un trato y estamos contando con el Parlamento europeo para que nos ayude a lograrlo. Es responsabilidad del Parlamento europeo proteger a los artistas y a la cultura. No es el trabajo de la música y los artistas. Europa siempre ha sido muy progresiva y adelantada a su tiempo en términos de respetar a los artistas y sus respectivas comunidades. Así, la posición de la Unión Europea será vista por el mundo entero. Y si está equivocada, tendrá un efecto dominó. No podemos permitir que Europa cometa un gran error. No podemos dejar que este tipo de hoyo negro exista en nuestra economía.
— Las compañías tecnológicas argumentan que ellas proveen de oportunidades para que la industria musical florezca, ayudándola a matar la piratería y colectivamente pagar billones a los dueños de los derechos.
—Recordemos que en un smartphone, la parte inteligente somos nosotros: los creadores. Si sacas el contenido cultural, solo se convierte en un dispositivo de $50 dólares. Así, sabemos que el valor del contenido está más allá de cualquier discusión. YouTube es obviamente el principal problemas, pero otros factores como Apple, Facebook y Amazon, también están en ese bote. Tenemos que resolver ese problema de economía sustentable para la cultura. El hecho de que obtengas $1.000 dólares después de 1o millones de clicks en YouTube. Cuando YouTube está haciendo billones de dólares a espaldas del contenido cultural. Eso no es más dinero yendo a todos. Es más dinero para esas compañías y solo un pequeño, pequeño porcentaje va para el resto. Es como si estuviéramos en una era digital medieval oscura, donde tienes a todo el rey con el dinero y todo el resto del pueblo muriendo de hambre.
—Si pudieras volver atrás el tiempo al inicio de la era digital ¿Qué cambiarías o pondrías en su lugar?
La industria musical perdió cada paso en la evolución desde los 60. Primero, al pensar que el CD era el Santo Grial de calidad de audio. Sabemos que era una mierda y peor que el vinilo. Lo segundo fue esta idea de vender música como pasta de dientes y jabón en los supermercados y matar las tiendas de música. Luego, cuando empezó el internet, para atraer a los clientes, por culpa de eso de pronto la industria de la música fue de ser cool a ser algo cuadrado y pasado de moda. Siempre estuve en contra de demandar a los consumidores. Era un gran, gran error. Pensé que el asunto estaba en otro lugar -no era con el consumidor, era con las tuberías y las cadenas.
—Llamaste a la pelea para cerrar la brecha de valor como 'revolución de creadores'. ¿Deberían los artistas y la industria de la música hacer más para tratar el asunto?
—Deberíamos dejar de pensar que Google o Apple son nuestros enemigos. No son nuestros enemigos. La gente tras estas plataformas son grandes fanáticos de la música. Pero [sus compañías] crecieron a una loca velocidad que ellos ni siquiera se dieron cuenta cuál podría ser la situación. Ahora depende de nosotros sentarnos alrededor de la misma mesa y encontrar la solución. Todas estas organizaciones tienen que ser muy cuidadosas sobre el futuro. Si recuerdas My Space hace algunos años, eso fue [alguna vez] el Santo Grial en términos de internet. Ellos ya no existen [realmente] y eso le podrías pasar a cualquiera. Si la siguiente generación [empieza a pensar en los gigantes tecnológicos] como las más grandes máquinas del mercado y las explotan -y explotan al mundo de la forma en que lo hacen ahora- podrían masivamente rechazar estos sistemas y crear algo más. Artistas y músicos existen desde antes de la electricidad y seguirán existiendo después del internet. Estamos vulnerables, pero somos también muy porfiados.
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