Pixar suma a su saga Cars el primer protagónico femenino en cuatro ruedas
La tercera entrega del Rayo McQueen debuta el 13 de julio en salas nacionales.
Hasta 2012, y luego de trece largometrajes, las películas animadas de Pixar nunca habían tenido a una mujer como protagonista. Había grandes secundarias, claro, como Elastigirl, la madre de Los Increíbles, o Jessie de Toy Story 2, o Dory de Buscando a Nemo. Pero los protagonistas eran hombres. Hasta 2013, cuando la compañía estrenó Valiente, centrada en la aguerrida princesa Mérida. Y luego, en 2015, arremetió con Intensa-mente, que abordaba cómo funciona la mente de una niña; además, dos de sus emociones principales, Tristeza y Alegría, fueron caracterizadas como femeninas.
Siendo la principal compañía de animación estadounidense, Pixar había reaccionado ante la discusión sobre la representación de los personajes masculinos y femeninos, y cuánto espacio hay para los segundos. Más recientemente, en Buscando a Dory, la secuela de una de sus cintas más exitosas, el peso de la historia recayó en la entrañable pez azul, que dejaba de ser únicamente la acompañante divertida. Pero si Pixar se había puesto al día en sus temáticas, una de sus sagas seguía siendo un territorio preponderantemente masculino: Cars cimentó su fama, y un imperio de merchandising, en el Rayo McQueen y sus aventuras en la pista de autos. Ahora, ese territorio tiene nuevas integrantes de cuatro ruedas, y que son mujeres.
Cars 3, el flamante estreno de Pixar (arriba el 13 de julio a los cines chilenos), demuestra que el estudio continúa abocado a generar un equilibrio de género. Dirigida por el debutante Brian Fee (artista gráfico en los dos episodios anteriores), esta nueva cinta de la saga iniciada en 2006 se hace cargo de aportar diversidad como nunca antes en su historia.
A diferencia de las dos primeras, el filme otorga escasa cabida a los amigos de la ciudad del Rayo, como la oxidada grúa, Mate. A cambio irrumpen como novedades Jackson Storm, un vehículo veloz y joven que amenaza con relegar a McQueen, y Sterling, el nuevo dueño de la marca que lo patrocina. Pero más fundamental que ellos es Cruz Ramírez, una joven entrenadora que aparece en un momento crítico para el protagonista, que podría estar viviendo sus últimas temporadas en la elite.
Entrenadora con sueños
De origen hispano y color amarillo, Ramírez es puro entusiasmo, alegría y talento, y no oculta que cuando pequeña anhelaba convertirse en una competidora tan buena como McQueen, su ídolo. Un nuevo y fresco personaje que en su versión original tiene la voz de la comediante Cristela Alonzo, hija de padres mexicanos.
La cinta muestra el modo en que los estilos del protagonista y su entrenadora chocan, pero terminan viviendo aventuras en las que el tradicional competidor rojo aprende más de alguna lección. En esta tercera parte, lejos de las referencias a las películas de espionaje de la segunda, Pixar elige tocar la fibra más sensible. Propósito que alcanza echando una mirada a los recuerdos -en especial, al mentor de McQueen, Doc Hudson-, sacando a su protagonista de sus obsesiones.
A esta saga de tono marcado masculino también se suman Natalie Certeza, una experta en el automovilismo; Miss Fractura, la reina de un derby de demolición, y una breve aparición de una leyenda de las carreras, además de irrumpir fugazmente el interés amoroso de McQueen, Sally.
La película ha obtenido comentarios favorables, siendo la definición de Ramírez un punto de diversas visiones. "La inclusión de Cruz Ramírez -en realidad, la inclusión de un personaje femenino- es un movimiento en la dirección correcta", señaló The Hollywood Reporter.
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