Bon Jovi: luces, pantallas y el refugio en los clásicos
La banda estadounidense se presentó en el Estadio Monumental de Santiago con un show que priorizó los grandes éxitos y la experiencia visual por sobre la promoción de su último disco.
Anoche, los relojes marcaron las 21 horas e inmediatamente las luces del estadio Monumental David Arellano se apagaron. Los gritos atronadores del público dieron la bienvenida a la banda liderada por Jon Bon Jovi, quien saludó con una cálida sonrisa a los asistentes.
Sin necesidad de palabras previas, comenzó el riff de la canción homónima del nuevo disco y la gira: "This house is not for sale". La carta de presentación de este show de era solo eso, una introducción. La más reciente producción del conjunto rock no buscaba predominar en la jornada, sino marcar su vigencia y dejar en claro que sus clásicos son inmortales.
"Hace frío, ¿no?", dijo un jovial Jon Bon Jovi. Era una pregunta retórica para romper el hielo con un público que asistió para gritar y cantar a todo pulmón. "Vamos a calentar un poco el ambiente", dijo a continuación.
"You give love a bad name" unió a la audiencia formada tanto por la generación que cantaba las canciones de Bon Jovi en los 80, como quienes lo conocieron cuando estrenaban hits como "It's my life". El tema de 1986 no distinguió edades, todos cantaban —o más bien, gritaban— las letras que reclaman un vil engaño por parte de una mujer sin corazón.
El repertorio era conocido. La gira no pretendía exponer todo el disco, sino saltar continuamente entre los álbumes creados entre 1984 y 2016. Pero un concierto no se vale solo de su playlist y los interacciones de los artistas con su público.
La reapertura musical del Estadio Monumental anticipó que tendrían una propuesta innovadora en cuanto a las luces y las pantallas. Y así fue.
Las cámaras no mostraron los típicos planos fijos que alternan entre los músicos, priorizando al vocalista. Las tomas dieron justicia a cada uno de los integrantes de Bon Jovi dejando en claro que son una banda y no solo el hombre que le dio su apellido.
Los mas afortunados con esta apuesta, fueron quienes contaban con asientos ubicados a distancias menos privilegiadas. Desde diferentes ángulos y con imágenes en alta definición, a ratos parecía que la distancia entre el escenario y las gradas era imaginaria.
Jon Bon Jovi cantó por casi dos horas y media. Tras terminar "Livin' on a prayer", los ánimos estaban en el punto más alto de la noche y por lo mismo, el público se negaba a dejar partir aquella banda que revivió clásicos de toda su trayectoria.
"These days" y "Keep the faith" fueron los encargados de dar por finalizado un recital que planteó una tesis clara: a Bon Jovi no les afectan los años.
Éxitos como "Born to be my baby", "Bad Medicine", "I'll be there for you" y el tema en spanglish "Bed of roses", siempre serán coreados por sus fanáticos.
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