"'Déjate caer' de Los Tres está entre las 5 canciones más hermosas en habla hispana"
El productor de La espada & la pared, Mario Breuer, cuenta cómo fue la artesanía de ese disco grabado entre Santiago y Buenos Aires y que fue terminado frente a una consola de ensueño en Estados Unidos. El hombre encargado de emparejar volúmenes, grabar los instrumentos y ponerse de acuerdo con los músicos, revela a Culto algunos secretos de su trabajo con Los Tres.
¿Faith No More, AC/DC y Nirvana?
En simple, el productor es quien imagina el disco en su cabeza cuando todavía no existe. Es el personaje que acompaña a los músicos en sus ensayos, busca lo mejor de sus canciones, les pide más temas, escribe los arreglos, incorpora instrumentos, decide las tecnologías de grabación, elige el equipo técnico de trabajo, administra los tiempos, establece criterios de edición y mezcla, selecciona las tomas en el estudio y les dice "otra vez, otra vez, otra vez".
Para 1993, por instrucción del sello Sony Music, Los Tres se unieron al productor argentino Mario Breuer (61) para la grabación de su segundo disco, Se remata el siglo, uno que divide aguas entre los seguidores de la banda de Concepción.
"Es el que menos me gusta", confesó hace poco el líder de la banda, Álvaro Henríquez.
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"A mí nunca me gustó el sonido que tenía. El tratamiento que en el fondo le dimos a las canciones no fue el correcto. Estábamos con un productor designado, algo que en ese tiempo se usaba mucho en las disqueras", dijo el músico.
"Era común que a un grupo joven le impusieran un productor y, bueno, ese productor tenía un gusto horrible", agregó el cantante de Los Tres.
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El aludido, Mario Breuer, lo recuerda de otra manera. "Yo había hecho para la compañía, en esa época Polygram, el disco de La Ley Doble opuesto (1991) y estaba como director artístico y de marketing Jorge Melibosky, quien luego se pasa a la compañía Sony", cuenta el productor desde el otro lado de la línea.
"Desde ahí me proponen producir un disco para ellos. No era el primer álbum, pero como no les había ido bien con ese primer disco (Los Tres, 1991), me piden ver de qué manera podemos, entre la música de ellos y mis experiencias y mi método de producción, hacer un disco que llegue al público. Es así como llego a trabajar por primera vez con Los Tres", comenta Breuer.
El hombre que grabó a Charly García, Luis Alberto Spinetta y Sumo, pero también a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Fito Páez y Andrés Calamaro, entre varios otros, dice que Los Tres le gustaron al tiro, aunque le pareció una banda muy heterogénea y con personalidades muy distintas.
"Fue una experiencia maravillosa. La verdad es que yo en principio lo pasé muy bien, me pareció un grupo con una composición talentosa, con una performance talentosa, me gustó mucho y me siguen pareciendo el mejor grupo de música moderna chileno", dice Breuer.
Como relata la biografía de la banda escrita por Enrique Symns y Vera Land, Los Tres: la última canción, Henríquez no fue el único disconforme con el trabajo de Breuer. Ángel Parra cuenta que lo más complejo de la grabación fue entenderse con el productor.
"Se nos hizo muy raro trabajar con un tipo que pretendía lograr una media entre nosotros y La Ley. Buscábamos un sonido más AC/DC, Faith No More, estaba entrando Nirvana", confesó el guitarrista.
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Según Breuer, "en principio sí me recuerdo haber hablado de Faith No More, pero no recuerdo jamás haber hablado de AC/DC. Mucho menos Nirvana. Estaba recién comenzando el grunge. Honestamente, no creo que ningún disco de ellos tenga una relación directa ni con Nirvana ni con AC/DC ni con Faith No More. Tampoco pretendía hacer un disco entre ellos y La Ley, son dos bandas diametralmente opuestas, no sé de dónde sacaron estas ideas".
"Jamás trato de producir a una banda como si fuera otra banda. Nunca en mi vida he hecho un disco buscando el sonido de otra banda, sea AC/DC, Faith No More, Nirvana o quien sea. Constantemente trato de buscar cuál es el sonido que mejor le hace a la banda y que aparte puede dar un buen contacto con el público, un formato de música y me parece que eso se logró", se defiende Breuer.
"De hecho Se remata el siglo es un disco que si bien no tuvo un éxito tremendo sí vendió mucho más que el anterior y me parece que la pauta y la propuesta fueron cumplidas porque creo que es un buen disco. Pero, por otro lado, me parece que en ninguna parte de ese disco había un fondo metalero o heavy, pero sí definitivamente hicimos cosas interesantes: nos fuimos a grabar a la Oz, hicimos una grabación bien especial, que funcionó bien. Bueno, no sé, con algunos de ellos me entendí siempre bien y con alguno de ellos no me entendí. Con Ángel y con Titae siempre me entendí muy bien, con Pancho muy buena onda pero nunca discutimos mucho dentro de las producciones, y con Álvaro nunca me entendí del todo bien. Siempre me pareció una persona con un talento monstruosamente grande, diametralmente opuesto a su forma de comunicarse con la gente", dice el productor que este mes debuta en librerías con Rec&Roll: una vida grabando el rock nacional, publicado en Argentina por el sello Aguilar.
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"Aprendí cómo no debe ser producido un disco"
Al año siguiente, Breuer y Los Tres vuelven a toparse para la grabación de La espada & la pared, un trabajo que vendría a consolidar a la banda de Álvaro Henríquez de la mano de sencillos como "Déjate caer", "Hojas de té", "Tírate" y el tema que nombra al disco.
"Me acuerdo un poco", rememora Breuer. "En realidad, yo me entero en la pauta, me viene un poco de información de La espada & la pared a través de Sony Argentina, que me muestran algunos demos y había temas que estaban muy bien. Escuché los demos de lo que íbamos a hacer y me parecía un disco espectacular desde el comienzo".
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Según el productor, "el trabajo estuvo bien, pero la situación con Álvaro se puso un poquito peor. Álvaro estaba un poquito más tieso en cuanto a la conversación de las cosas, pero hasta donde recuerdo el proceso de grabación que hicimos en el estudio Master, entre Providencia y Ñuñoa, lo recuerdo como un momento muy bueno. Pude abocarme estrictamente a la producción, llevé a Guido Nisenson como ingeniero y resultó un buen encuentro".
"A mí me gustó mucho", dice Breuer sobre La espada & la pared. "Es un disco que me sigue pareciendo de los mejores que produje en mi vida".
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Breuer mide sus palabras para ese álbum. "El disco entero es un detalle musical de temas increíbles. 'Déjate caer' me parece que está entre las cinco canciones más hermosas que se han hecho en el habla hispana. Haber participado de ese disco me hace orgulloso, haber sido el productor, a pesar de lo que decía la banda, sobre todo Álvaro Henríquez. Yo me acuerdo que estaba al lado de él y se le acerca un periodista y le dice: 'Bueno, ¿qué aprendió usted de este disco?' y el tipo dijo: 'Aprendí cómo no debe ser producido un disco'. Pero yo digo, no debe estar tan mal producido el disco si vendió tanto y hoy es un ícono de la discografía latinoamericana".
"Son una banda muy buena, son muy buenos músicos. No había problemas, no hubo mucho trabajo que hacer", recuerda el productor de los días de La espada & la pared.
"La grabación se hizo íntegramente en Santiago de Chile [NdE: según consigna el booklet del disco, también se grabó en los estudios El Pie y La Diosa Salvaje de Buenos Aires], creo que solo grabamos una guitarra de doce cuerdas en New River Studio [en Fort Lauderdale, Estados Unidos], porque ahí básicamente lo que hicimos fue mezclar. Ellos vinieron, pero nunca entendí por qué vinieron, porque aparte llegaron dos días tarde, no estaban en el estudio, a mí no me molestó en lo más mínimo, pero mis experiencias en New River, yo hice varios discos ahí, y siempre fueron muy buenas. Es un estudio con una consola con un monitoreo increíble", relata.
"Lo que sí recuerdo fue que, cuando terminamos este disco, Álvaro le contaba a todo el mundo que este era el mejor ejemplo de cómo no debe producirse un disco. Y a pesar de sus enojos y su desencanto, cosa que fue eternamente así, él es un enojado y un desencantado con todo lo que no sea estrictamente su propia opinión; los años han demostrado que mi opinión es exacta. Yo creo que ya en los últimos años ni siquiera se ha puesto de acuerdo consigo mismo. Álvaro se quejaba mucho, absolutamente de todo de la compañía. Sin embargo, la compañía acababa de pagarle la producción de un gran disco, un buen ingeniero, un buen productor, viajes, etcétera, y él seguía quejándose", recuerda Breuer.
"La única verdad es la realidad y la realidad es que el disco es hoy por hoy antológico. De hecho, yo creo que es el único caso de un disco que fue reversionado por otra banda", explica el productor guiñando a Vale callampa, el EP en donde los mexicanos Café Tacvba versionan dos canciones de La espada & la pared en el año 2002: "Déjate caer" y "Tírate", además de "Olor a gas" y "Amor violento".
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En el estudio con Spinetta y el hambre de Los Tres
-¿Recuerdas las referencias de Los Tres para encontrar el sonido de La espada & la pared?
-Mirá, son una banda con mucho talento, con excelentes músicos, pero que en general no se han puesto muy de acuerdo. Me acuerdo que venía alguno por un lado y me decía un cosa y venía otro y me decía lo opuesto. Después venía otro y me decía: "No, lo que pasa es que el tipo este…" Ellos no estaban cien por cien de acuerdo. Básicamente se les hacía importante tener un productor para tener a alguien que sí esté de acuerdo consigo mismo o con el proyecto, pero por esa época, no sé como será ahora, les costaba ponerse de acuerdo. No recuerdo pero supongo que si venían referencias por parte de la banda serían muy diferentes.
Para la grabación en los estudios Master de Santiago, Breuer cuenta que "todo lo que ahora se ve en los íconos de los plugins del protools" ellos lo consiguieron en físico: "Había solo cosas análogas: micrófonos valvulares de los mejores, de esa maravillosa colección que tiene Caco Lyon, procesadores análogos, y después nos fuimos a mezclar a un estudio que tiene una consola Neve de aquellas increíbles, así que solamente habían chiches análogos".
"Grabamos con los músicos todos juntos. Toda mi vida siempre tuve esa premisa en la grabación: de que toquen todos los músicos juntos para las bases", asegura Breuer.
"Cuando nos fuimos a terminar el disco a Estados Unidos, me acuerdo que tenía ganas de comprar una guitarra acústica porque muchas veces en los discos me pasa que no hay buenos instrumentos. Me fui con la idea de comprarme tal vez una Martin o una Guild y me metí en un negocio de instrumentos antiguos y encontré una Guild de doce cuerdas maravillosa por 750 dólares. La estaba comprando y en esas casualidades apareció Álvaro, me parece que estaba con Ángel, y me dice '¿y esa guitarra?' Me la acabo de comprar, le respondí. La probó y me dijo 'no, no, esta guitarra no te la puedes comprar tú porque esta guitarra es para mí'. Me volvió tan loco que finalmente le dije 'bueno, dame los 750 dólares y te quedas con la guitarra' y me dio los 750 dólares. Se quedó con la guitarra bajo la firme promesa que el día que la venda solamente me la puede vender a mí a ese precio. Quedamos así y la usamos para grabar guitarras que faltaron en Fort Lauderdale. Nunca más voy a encontrar un así", se lamenta el productor.
https://www.youtube.com/watch?v=m9fOilXI4gc
"Ellos trabajaron mucho solos, ya habíamos hecho un disco juntos y parecían estar como más o menos de acuerdo con qué tipo de disco íbamos a encarar", rememora Breuer.
"Sabíamos que lo queríamos más acústico. Iban hacia un acústico no soft sino más importante, de carácter. No era la época en que uno iba y componía el doble de temas que quería grabar. En algún momento me mandaron un casete con demos de los temas a través de Sony, me acuerdo que lo fui a buscar a la oficina aquí en Buenos Aires y el primer tema que escucho es uno que ya me habían mostrado. Una noche nos quedamos charlando con Álvaro Henríquez sobre Buddy y 'Tu cariño se me va' y me mostró el demo y la verdad me pareció maravilloso hacer ese tema, le tenía mucha fe y tenía la sospecha de que sería un gran hit. Una versión de 'Tu cariño se me va' en manos de Los Tres sospechaba que iba a ser un éxito rutilante", añade.
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En la biografía de la banda, Álvaro Henríquez recuerda que para encarar las grabación de La espada & la pared, "estamos más profesionales. Ya no trasnochamos antes de una tocata. En el escenario tenemos un nivel siempre alto, no decaemos. El disco es potente". Aunque estuvo "un poco" en los ensayos, Mario Breuer recuerda esas dinámicas.
"A ver, vamos a dividir un poco las aguas: Ángel Parra, Titae y Pancho, en su momento, siempre tuvieron una actitud muy profesional, muy como de llegar a tiempo", comenta el productor. "Álvaro siempre fue como el artista, el creativo, el que no necesariamente llegaba a tiempo, pero nunca fue nada complicado. El tema de drogas no era una situación en ese momento problemática. Se fumaban unos porritos y con eso ya estábamos, no había absolutamente nada más que eso. Entiendo que después sí hubo algunos agregados, pero cuando nosotros trabajamos estuvo muy tranquilo eso. Como cualquier músico en el negocio de la música les vi hambre de que les vaya bien, hambre de reconocimiento, hambre de hacer un disco muy distinto al resto de los discos de rock en Chile", agrega.
https://www.youtube.com/watch?v=ORkoCqgAkYs
-¿Es cierto que en La Diosa Salvaje apareció Luis Alberto Spinetta en medio de la grabación?
-¡Sí, apareció Luis Alberto! Y nada, Luis Alberto era una persona muy agradable, muy cordial, un buen anfitrión en su casa y en su estudio. Fue así un ratito, yo creo que Álvaro quedó como un poco impresionado, y Ángel también, de conocerlo. Fue una experiencia muy linda. Yo trabajaba mucho en su estudio y he grabado con él y nada, cualquier encuentro con Luis Alberto era magia total y absoluta.
Un asunto de buenas canciones, preproducción y gustar
Según Breuer, cuando produce a una banda no busca copiar a otro. "El sonido de los Beatles, de los Redonditos o de Los Tres, es el sonido de ellos, yo no hago copias. Siempre voy a buscar el sonido que tiene cada banda, para bien o para mal", dice el productor.
"Cada disco es un mundo aparte, es un hecho artístico diferente, no creo que haya ningún tipo de paralelismo o no lo busco y, si lo buscase, yo creo que no lo encontraría", postula como principio de su trabajo.
-En tu experiencia, ¿el secreto está en la mezcla o en la grabación?
-Ni en la mezcla ni en la grabación. Hay dos o tres secretos. El primer secreto radica en encontrar a alguien que tenga la capacidad de componer canciones buenas, lindas y, lo más difícil, que al público le gusten. Porque si uno hace una música que no le llega al público, el trabajo queda por la mitad. El otro secreto en un disco es la preproducción, cómo se prepara un artista o un grupo para entrar a grabar. Lo de grabar y lo de mezclar son trámites casi burocráticos, lo importantes es cómo se produce y prepara la grabación de un disco.
https://www.youtube.com/watch?v=3lEw4-olZZg
-Brian Eno dice que elige a los artistas por su sentido del humor; Rick Rubin, cuando siente que le gusta pasar el tiempo con ellos; y Gustavo Santaolalla contó que los encuentra con "la panza". ¿Cómo eliges a los que trabajan contigo?
-Si hacen muy buena música y no son buena onda, no me interesa trabajar con ellos. Si son muy buena onda y no hacen buena música, tampoco. Tiene que haber buena música y buena onda. Mi filtro es muy simple, yo miro dos aspectos que son elementales y básicos para el trabajo: primeramente me tiene que gustar la música. Si a mí la música no me gusta, no me sirven. Y en segunda medida, como dice Rick Rubin, pasarla bien con ellos. Un aspecto artístico y musical, y un aspecto humano.
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