Ilan Stavans, escritor mexicano: "Todo libro es mercancía y todo lector un consumidor"

Ilan-Stavans

El ensayista, traductor y editor visita Santiago para presentar su antología del soneto (y otras actividades) en la Feria del Libro.


Si los temperamentos melancólicos dicen haber nacido bajo el signo de Saturno, en el caso de Ilan Stavans podría haber nacido bajo el signo de Hermes, el mensajero de gran velocidad, dios de las fronteras y los viajeros que las cruzan, del ingenio y del comercio. Porque la frenética labor de Stavans como intelectual ha estado marcada tanto por la pretensión de establecer puentes entre la cultura latina y la estadounidense, así como por la torrencial amplitud y celeridad con que lo ha hecho: ensayos, historias culturales, traducciones, antologías, conversaciones, todo, siempre, transformado en libros.

Su actividad no ha disminuido. En marzo próximo publica su adaptación del Quijote a una novela gráfica. Y está a punto de publicar un largo poema sobre la frontera de México y Estados Unidos: "Se titula The Wall", precisa, antes de viajar a Santiago. "Es un ir y venir polifónico por la historia de esa incurable herida que separa el sur del norte en el continente americano y que rompe mi corazón en dos".

Por si fuera poco, también se ha internado en el ámbito editorial. Frente a las tendencias localistas de la edición estadounidense fundó en 2013 la editorial Restless Books, que abarca desde novelas, periodismo o memorias hasta ensayos, viajes, cuentos, poesía e incluso literatura inmigrante.

-¿Por qué decidió entrar al mundo de la edición?

-Antes de cumplir los cincuenta, aprovechaba cada entrevista en radio o TV estadounidense para quejarme de lo escasas que son las traducciones de otras lenguas al ámbito de habla inglesa. Cansado de repetirme, me di como fecha límite mi cumpleaños: o hacía algo al respecto o me callaba la boca. Con el apoyo de una inversión de dos millones de dólares, opté por lo primero.

-¿Qué es lo mejor y qué lo peor de ser editor?

-Saber que la literatura no es un mero hecho estético: todo libro es una mercancía y todo lector un consumidor.

-Viene a la Feria a presentar una antología del soneto.

-Hay dos formas poéticas que adoro: la oda y el soneto. La lengua española tiene una de las mejores tradiciones del segundo. Hice una selección de los 100 mejores.

-¿Es cierto que está dedicado a un libro de viajes?

-Lo terminé hace dos semanas. Me llevó cuatro años. Un libro de viajes por las comunidades judías de America Latina, de las colonias agrícolas en la Pampa argentina a la resistencia y los desaparecidos en las dictaduras, de los "indios judíos" que se dicen descendientes de las Tribus Perdidas al "barco de los condenados" en La Habana, de la captura de Adolf Eichmann a la tensión entre judíos y palestinos en torno a las políticas del estado de Israel.

-¿Todo se convierte en libro?

-Los cabalistas creían, y con razón, que el lenguaje precede las cosas: antes de crearse el mundo ya las palabras existían. Es decir, todo -salvo la muerte- es literatura.

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