Rafael Araneda, animador: "Al Festival de Viña no puedes traer lo que no suena en radios, por extraordinario que sea"
El conductor habla del último Festival a cargo de CHV, de sus ganas de seguir al frente de él en la próxima licitación ("en base a lo que he escuchado de nuestro principal ejecutivo, el canal va"), de las críticas a su parrilla y de cómo intentarán batallar contra Perdona Nuestros Pecados.
Apenas Rafael Araneda entra a un conocido café se muestra acalorado, pero con ganas de hablar de todo. Le interesa conversar de la industria televisiva, del que será su octavo Festival de Viña del Mar, del camino que está recorriendo junto a Carolina de Moras para sacar del tercer lugar de sintonía a La mañana, y de su competencia matinal. Hoy sus energías están centradas en CHV y en los proyectos que prepara para esta temporada. Ya no existe esa agenda que lo hacía viajar a México para cumplir con lo exigido por TV Azteca, la que fue su otra casa televisiva entre 2011 y 2016.
"Yo me dediqué al matinal, y además sentí la necesidad personal de estar más presente en la vida mis hijos. Lo que a mí me exigía la televisión mexicana era estar fuera de mi casa los fines de semana, y yo tenía la legítima aspiración de tener esos espacios en mi casa", comenta.
-¿Se desvanecieron las ganas de internacionalizar su carrera?
-Para nada, pero hay tiempos y tiempos. La forma en que yo lo estaba llevando se me estaba haciendo difícil. Opté por quedarme con la oferta familiar, lo que no excluye que más adelante pueda contar alguna otra cosa. Si el día de mañana hay otra oferta, tendría que ser con maletas. Es muy difícil del otro modo, por mucho que uno lo intente.
-¿Tiene algún sabor distinto hacer esta versión sabiendo que podría ser el último festival de CHV?
-Me lo tomo con la misma sensación de cuando se termina la primera licitación. Ahí me metí en la cabeza que sería la última vez, y hoy también. Como no depende de mí, no me hago cargo. Yo lo veo como el cierre de un ciclo para el canal, con dos temporadas increíbles, en las que hemos tenido la posibilidad de incrementar en varios ceros el valor del Festival de Viña. Lo tomamos en un periodo en que estaba maltratado por la industria de la TV. Las otras televisoras habían hecho unas propuestas que a la Municipalidad le dieron un poco de pena. Pusieron sobre la mesa unas sumas para la risa, y otras no se presentaron. Y ahí entra CHV con el objetivo de darle valor, y en los primeros cuatro años, se multiplicó ese valor.
-¿Quiere que el Festival se quede en CHV?
-Yo he hablado con Jorge Carey (presidente ejecutivo de Turner Chile), he tenido conversaciones privadas al respecto, y claro que sí, pero no soy yo el que tiene que decir si vamos o no por más años. En base a lo que yo he escuchado de parte de nuestro principal ejecutivo, el canal va.
-Si fuera otro el canal que se quedara con él, ¿estaría dispuesto a cambiarse de casa televisiva?
-No tengo idea. No me hago cargo de plantear escenarios. Primero hay que hacer este festival, luego hay que licitar y luego habrá que ver si se va a otro canal, si hay alguna oferta. No sabemos. Y si sigue en CHV también habrá que considerar cómo sigue. Yo termino contrato a final del próximo año, por lo tanto, es un buen momento para conversar, para replantear cosas.
-¿Si este fuera su último Festival, siente que hay algo pendiente?
-Muy por el contrario. Yo siento que nosotros como equipo estamos súper preparados y alineados para seguir dándole vida al Festival si se queda en CHV. Si lo tenemos que entregar, tenemos la tranquilidad de entregar un festival súper sano. Creo que Viña se ha convertido en un evento latino y eso uno lo percibe. Tenemos el orgullo de la labor cumplida si es que el canal no persistiera.
-Este año se enfrentarán al fenómeno de rating de Perdona nuestros pecados.
-En otros años me preguntaste por un reality que había, y antes también estaba Onur. Siempre hay algo, y por eso siempre hay que estar atento. Hoy, los canales no bajan la cortina, le compiten a Viña, y ese es un elemento distinto. En otras épocas, Viña podía navegar solo con "lo mejor de", y ya no es así, y que bueno que no sea así. Creo que Viña es tradición, es familia, y la teleserie se puede ver en otros horarios. No creo que la gente deje de verla, pero tal vez lo hará a través de otras plataformas. Mi sensación es que la gente no abandona los grandes eventos, pero uno nunca sabe.
-¿Cree que la parrilla 2018 está muy cargada al reggaetón?
-El reggaetón es un ritmo que cuando llegó a la Quinta Vergara, hace ya unos años, todos lo miraban por debajo del hombro. Y hoy no hay artista, no hay baladista, que no busque traspasar fronteras si no se asocia a un ritmo urbano. En ese sentido, Viña tiene lo que está sonando en Latinoamérica. No puedes traer lo que no suena en las radios, por extraordinario que sea. Viña es un festival que se enorgullece, y se hace cargo sin complejos, de ser masivo. Falta el anglo, y creo que ahí se va a equilibrar un poco el tema de lo urbano.
-En el matinal, ¿es una de sus metas sacarlo del tercer lugar?
-En los números, sí, estamos en el tercer lugar. Pero el objetivo que se nos dio a nosotros como programa desde el canal, era priorizar los contenidos positivos, y bajar el porcentaje de crónica roja, y hemos logrado mantener un rating deshaciéndonos de elementos que con mayor facilidad promedian más puntos. La ecuación y el trabajo han sido largos, y no fácil.
-¿Es difícil competir con un matinal líder, como el de Mega, que quizás tiene un enfoque distinto: está muy centrado en sus rostros?
-No. Ellos tienen un sello, y lo hacen muy bien. Además, todo eso se ve beneficiado por la pantalla caliente. Nosotros estamos en una transición de la que esperamos ver los frutos en un tiempo, pero no de un día para otro. Hay que tener convicción y paciencia. El gran valor de Mucho gusto es que ellos fueron persistentes en su fórmula, cuando no les rendía, y ahora que les rinde.
-¿Qué le parece el tratamiento que le dio Bienvenidos al caso Nabila Rifo, por el que finalmente recibió una demanda?
-Creo que como matinales no podríamos no haber tocado el tema de Nabila Rifo. Creo que los tonos y los matices que le damos a casos tan dramáticos es algo de lo que todos tenemos que aprender. Cómo poner y exponer estos contenidos. Ver dónde poner los filtros editoriales de manera adecuada, porque cuando se falla, nos perjudica a todos.
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