Tennis: música setentera para la actualidad
En un viaje en velero por el Océano Atlántico, un matrimonio de músicos decidió hacer su primer disco y, sin buscarlo, lograron revivir sonidos de antaño con su propuesta de pop indie.
El resto de la historia pasó en un periodo muy corto en intenso. Se casaron, vendieron todas sus pertenencias y en 2011 compraron un velero en el que se embarcaron por 8 meses en un viaje por el Océano Atlántico. Dentro de ese velero, la música comenzó a aparecer. Así se transformaron en Tennis, el dúo navegante.
Con una influencia muy marcada por la música de los años 70' y un dream pop pegajoso, Tennis inspiró su primer álbum sobre las olas de su viaje y nació Cape Dory(2011), el álbum que moldeó la identidad de la banda y los hizo conocidos en el círculo indie. Ella en la voz, teclado y guitarra, y él en el bajo y en la batería.
Pero uno de sus mayores éxitos vino después, sobre la tierra. En 2014, luego de su primer y segundo disco (Young &Old) y un EP, lanzaron su tercer álbum de estudio Ritual in Repeat, el que fue aclamado por la crítica por haber revivido con éxito esos sonidos de antaño que, según muchos, solo ellos supieron renovar, en una mezcla de pop que podía sonar bien en fiestas, juntas de tarde, series de televisión y hasta en grandes tiendas de retail.
Su último trabajo también fue creado en el mar. En un velero, pero ahora por el Océano Pacífico, el matrimonio compuso el LP Yours Conditionally, mientras acumulaban recuerdos en su blog de viajes y desafiaban otra vez a esos sonidos de los 50's, 60's y 70's, ahora con un acabado más limpio.
Ya con cuatro álbumes bajo el brazo, la aceptación amplia de su público y un método aprobado para componer buenas canciones de Lo- fi indie pop, este año Tennis comenzó a aparecer en los espacios bajos de los carteles de festivales nacionales e internacionales, como el Corona Capital que se realizará este mes en Guadalajara, Mexico , y el festival Grandoozy, en Denver, donde también se presentará Kendrick Lamar, Florence + The Machine y hasta Stevie Wonder. Es la música inspirada por el océano que al fin obtiene su recompensa.
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