Maluma alista su vuelta a Santiago para fin de año
El artista fue parte de un frustrado plan por juntarlo con Daddy Yankee y Marc Anthony en el Nacional.
El plan maestro era el siguiente: juntar a tres de los astros latinos más populares en el país durante los últimos diez años en un show de amplio alcance en el Estadio Nacional, proyectado lógicamente como un hervidero de baile, furor e histeria. Una suerte de Lollapalooza, aunque del reggaetón, la salsa y el baile. Pero todo quedó en las carpetas y en las intenciones más optimistas.
Desde hace un par de meses, una productora nacional sondeaba la opción de juntar en una sola noche a Maluma, Daddy Yankee y Marc Anthony, como una forma de hermanar a tres nombres de garantizado arrastre en la escena local y tal como alguna vez se hizo con otros ilustres, como cuando Juan Luis Guerra, Carlos Vives y el propio Anthony pasaron por el coliseo de Ñuñoa hace un par de años.
Sin embargo, fue imposible compatibilizar plazos y agendas, sobre todo al minuto de conversar con el hombre de "Felices los 4", uno de los créditos más exitosos por estos días en el continente y cuyo fenómeno ya está rebalsando hacia otras latitudes, con una muestra indesmentible: Maluma interpretará la canción oficial del Mundial de Rusia 2018, además de iniciar una gira junto al trofeo del campeonato por distintos rincones del planeta.
Pese a ello, el proyecto no se desechó del todo. Al menos sobrevivieron parte de sus protagonistas. El colombiano igual vendrá a la capital, con un espectáculo pactado para la última parte del año y en un recinto de alta convocatoria, atendiendo al suceso que sus canciones y su figura gozan en la escena nacional.
Viña y un triplete
Su última vez por el sur del mundo fue la confirmación de un cantante en plena ebullición: estuvo tres veces en el Movistar Arena del Parque O'Higgins, casi siempre repleto, donde se pudo apreciar las bondades de un artista que de modo muy paulatino ha arrojado huellas de que su fórmula no es sólo eso: una fórmula.
Su anterior escala fue en el Festival de Viña de 2017, donde consagró por lejos como el más popular y el más requerido por la prensa y los fanáticos, con vigilias a toda hora en la residencia donde se alojó y persecuciones de fotógrafos que semejaban una cacería.
En la actualidad, está embarcado por un tour por Estados Unidos que incluye paradas en algunos de los recintos más estelares, aunque de seguro ninguno tendrá el perfil de lo conseguido el pasado sábado 7 en Los Angeles, cuando tuvo como invitados a Ricky Martin y Prince Royce.
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