La nueva vida del humorista desconocido

El encargado de inaugurar el humor en el Festival de Viña 2017 fue el mismo que ese año cargó con el mote del "nombre desconocido": Juan Pablo López. El ingeniero de profesión se subió a la Quinta Vergara después de Los Fabulosos Cadillacs, consiguió llevarse dos Gaviotas y después solo vinieron contratos e invitaciones para viajar por el país haciendo stand-up.

"El 2017 fue un año muy power. Después de Viña vinieron hartos desafíos a nivel laboral, y quiero que este año sea igual de bueno", reflexiona López desde Puerto Montt, donde se presentaría anoche en el Teatro Diego Rivera.

Hoy, la parada es el Casino Enjoy Santiago, y el jueves 3 de mayo se presentará en el Teatro San Ginés con su tour Revolution, el que lo está llevando a diversos lugares de Chile con una rutina, de una hora de duración, y que él califica como "un show muy consistente, porque después de Viña he ido mejorando mi trabajo, mis libretos". La presentación habla de la revolución tecnológica, de los inmigrantes que llegan a Chile a trabajar, y de las mujeres que unidas se mueven contra los abusos, entre otros temas.

Gran parte del trabajo que hizo López el año pasado fue gracias a contratos que consiguió con marcas después del Festival, los que le permitieron no parar y estar en el norte y sur de Chile. El hombre que antes de dedicarse al humor trabajó 16 años en un banco, sabe que todo llegó a él gracias a la vitrina de Viña, y por eso reconoce que "me encantaría volver al Festival, pero creo que es bueno dejar pasar un tiempo largo, y si vuelvo, quisiera hacerlo muy preparado. Aunque a algunos no les gustó el contenido de mi rutina, para mí haber estado ahí, es sinónimo de éxito pero también de superación".

Aunque asegura estar muy agradecido de todo lo vivido en 2017, declara que este Revolution lo planificó luego de varias inquietudes laborales y personales. "Esta es primera vez que hago una gira por las mías. El año pasado tuve mucho trabajo corporativo, como embajador, y por eso hoy sentí la necesidad de volver a los teatros, y así experimentar lo que es estar con los que en verdad me siguen y en verdad quieren pagar una entrada para verme", relata.

Pero no todo se trata de girar en la vida de López, ya que además de elaborar una rutina para el tour, también se tomó un tiempo para escribir una charla motivacional, y compartir el quiebre que significó en su vida dejar el banco para vivir del humor. "Todos se me acercaban para preguntarme cómo pasó eso", explica. Fue por eso que decidió compartir el proceso de su transición en lugares como empresas y compañías. Por lo demás, era un perfi que le acomodaba, ya que de la generación de humoristas de Viña 2017 ("Chiqui" Aguayo, Rodrigo Villegas, Rodrigo González) ha sido el único que no apareció de modo insistente en TV, como panelista o reviviendo su rutina.

"Es bueno que la gente sepa que yo llegué a Viña siendo un tipo súper vergonzoso. Esta charla es porque quiero compartir mi experiencia con los que se sienten anestesiados, pegados a su escritorio, y que no se atreven a cumplir sus sueños. Yo también tuve ese estancamiento personal y laboral", dice.

Eso sí, todo aquello actualmente es parte del pasado. Porque hoy es de los que camina feliz recibiendo el cariño de la gente, sobre todo en regiones. Y este año, se dio el tiempo para ver a sus colegas en el Festival, y aunque dice que le gustó mucho lo que hicieron Alison Mandel y Sergio Freire, afirma que "lo de Kramer fue espectacular. Creo que él hizo un show impresionante, muy bonito". Sabe que varios de los comediantes locales están utilizando la fórmula de presentarse juntos, y aunque le parece una buena idea, es algo que en sus planes ve muy lejano. "Estoy muy metido en esta gira, y creo que es bueno quemar la etapa de hacerla y estar solo. Además, me pongo metas a corto plazo, y por ahora solo pienso en las fechas que ya están agendadas", finaliza.