Iggy Pop, Norcorea y Eric Clapton: los imperdibles del nuevo In-Edit

Hasta hace poco, la idea de un concierto de rock en la opresiva Corea del Norte parecía algo imposible. Más ridículo aún habría sido asegurar que los responsables de ser el primer conjunto extranjero en representar al género en Pyongyang sería uno cuya imagen satiriza los regímenes totalitarios y la militarización, con letras además cargadas a lo político. Pero así fue. En agosto de 2015, el conjunto vanguardista esloveno Laibach dio dos conciertos en la capital norcoreana, transformándose en la primera banda de rock en penetrar las barreras del prohibicionista régimen de Kim Jong Un. Una visita que estuvo cargada de momentos tensos, situaciones absurdas y censura. Esa histórica semana, tanto en la vida de sus protagonistas como en el país asiático, fue registrada en el documental Laibach: Liberation day (viernes a las 16 en el Centro Arte Alameda y sábado a las 17.30 en el Teatro Oriente), que también incluye imágenes del concierto y la particular reacción de la audiencia.

A diferencia del renacer del vinilo, que además de un elemento nostálgico se sostiene en la alta fidelidad de su sonido, la existencia de los cassettes hoy en día pasa sólo por un tema del recuerdo. El consenso es que el audio del formato deja mucho que desear, eso sin tomar en cuenta que además son incómodos de manejar. El documental Cassette: A documentary mixtape (viernes a las 18 en el Teatro Oriente y sábado a las 19.30 en el Centro Arte Alameda) no busca cambiar esa percepción. De hecho, se autodefine como "una película sobre el peor formato musical". Pero sí recupera cierto romanticismo hacia este, a través de entrevistas a músicos como Henry Rollins, Thurston Moore y Daniel Johnston, quienes destacan la importancia de las cintas compactas en los años 80, desde su utilización para hacer playlists hasta en géneros emergentes como el hip hop. También hay entrevistas a Lou Ottens, el ingeniero holandés que creó el formato, y a quienes aún lo comercializan en el siglo XXI.

Para el director Jean-Luc Godard, la película Sympathy for the Devil era un proyecto mucho más ambicioso que el registro de la grabación del tema homónimo de los Rolling Stones. Era un registro de los tiempos en 1968 y la relación entre arte y revolución, intercalando imágenes de las sesiones de grabación de la canción de los británicos, que se transformaría en un clásico del cancionero popular, con segmentos experimentales que reflejaban ideas políticas, desde el nazismo hasta el marxismo. Duramente criticada en su estreno, cinco décadas después es reconocido uno de los documentales de rock más relevantes de la historia. En medio de una película vanguardista, se captura a Jagger y compañía en uno de sus momentos más complejos, que a pesar de estar ad portas de uno de los álbumes más importantes de su carrera (Beggars banquet), las relaciones dentro del grupo estaban lejos de ser fluidas. A medio siglo de su estreno, la cinta llega el sábado a las 19.15 en el Cine UC y el domingo a las 15 en el Centro Arte Alameda.

A pesar de ser uno de los músicos más relevantes e influyentes en la historia del rock y el punk, Iggy Pop llevaba décadas sin un disco que resultara un triunfo inapelable, digno de su legado musical. Entonces al ex Stooges decidió probar algo nuevo, contactando a Josh Homme, líder de Queens of the Stone Age, para trabajar un álbum juntos. La sociedad creativa entre ambos dio lugar a Post pop depression, el mejor álbum del legendario cantante en más de 20 años. El documental American Valhalla (sábado a las 21.30 en el Teatro Oriente) no sólo registra las sesiones de grabación, en las que participaron Dean Fertita (Queens of the Stone Age) y Matt Helders (Arctic Monkeys), sino también la gira posterior presentando las canciones, mostrando a un músico que incluso en la antesala de sus 70 años sigue buscando reinventarse, y a un Homme que a pesar de encabezar una de las bandas de rock más importantes de la actualidad, no deja de estar maravillado de trabajar junto a uno de sus ídolos.

No es poco lo que se ha dicho, escrito o filmado sobre Eric Clapton en sus más de cinco décadas de carrera. Pero la diferencia de Eric Clapton: Life in 12 bars (jueves a las 19.15 en el Centro Arte Alameda y el domingo al mediodía en el Teatro Nescafé) es que es el mismo músico quien cuenta su historia a través de una entrevista exclusiva para el documental, dando luces inéditas sobre su vida marcada por llevar el blues a las masas a través de la guitarra. En la cinta, Clapton rememora desde sus turbulentos días en la banda Cream, hasta su complicada relación con su amigo George Harrison, cuya mujer fue cortejada por Clapton durante años hasta que se separó del ex Beatle y se casó con el hombre de Layla. También cuenta cómo la música jugó un rol fundamental en superar la trágica muerte de su hijo Conor en 1991. Todo en una mirada íntima a uno de los guitarristas más importantes en la música popular del siglo XX.

Grace Jones siempre ha entendido el pop como una forma de vanguardia, impregnando la música disco y la new wave de una estética casi alienígena, que la transformó en una de las figuras musicales más particulares de los últimos 40 años. Una carrera que siempre la ha tenido con un pie más en el futuro que en el pasado, lo cual explica que el documental Bloodlight and Bami (viernes a las 22 en el Teatro Oriente y domingo a las 18.45 en el Teatro Nescafé), no eche mano a la nostalgia ni a su legado, sino que simplemente retrate su cotidianidad en la última década, desde la publicación de su último disco, Hurricane (2008), hasta sus constantes presentaciones en vivo en los últimos años, pero también en sus momentos alejada de la luz pública, junto a su familia en Jamaica. Un registro que deja en claro que la diva sigue viviendo acorde a sus propias reglas, pero que también humaniza como pocas veces antes a una figura a veces catalogada como indescifrable.