The head on the door: el giro pop de The Cure
El sexto álbum de los ingleses contiene letras oscuras con canciones alegres y bailables. Se allanaba el camino para los trabajos venideros.
En la década de los 80's, dentro de la discografía de The Cure es posible distinguir al menos tres etapas: post punk, dark, y una última más pop. El álbum que marcó el inicio de esta última fue The head on the door, el sexto disco de estudio del conjunto
El trabajo se grabó en 1985, y marcó el regreso de The Cure como formato banda tras haber sido un dúo conformado por Robert Smith y Lol Tolhurst en el elepé The Top (1984). Volvió Simon Gallup (uno de los miembros fundadores) para tocar el bajo y se incorporaron Porl Thomson en guitarra y teclados, y Boris Williams en la batería.
En ese 1985 hubo otras placas relevantes. En febrero, The Smiths había lanzado su Meat is murder, que alcanzó el número 1 en UK y contenía ese imbatible hit llamado "How soon is now". En mayo, New Order había publicado Low Life, con temas listos para la pista de baile como "Sub-culture", "The perfect Kiss" o "Love vigilantes". Y por si fuera poco, había salido al mercado el segundo trabajo de Tears for fears llamado Songs from the big chair, con ese poderoso y electrónico single llamado "Shout". Era un año dorado para el pop.
Quizás por lo que sonaba en esos días, se hizo evidente el giro hacia un sonido masivo. Esto se nota sobre todo en los singles que se extrajeron del disco. Tanto "In between days", como "Close to me", son canciones alegres y bailables, muy en contraste con el sonido oscuro, gótico y desesperanzador de los LP Faith (1981) y Pornography (1982). Aunque ya en The Top habían comenzado a mostrar ciertos guiños hacia un sonido más brillante, como en la canción "The Caterpillar".
Sin embargo, en The head on the door seguía existiendo cierta melancolía en las letras: "Ayer me sentí tan viejo / senti como si fuera a morirme / Ayer me sentí tan viejo / eso me hizo querer llorar / sigue, sigue, solo vete / sigue, sigue, tu elección está hecha" canta Smith en "In between days".
Y en "Close to me", la letra reza: "Intento ver en la oscuridad / Intento hacerlo funcionar / Para sentir el miedo antes de que llegues / Imagino que las formas se acercan demasiado / Me arranco los ojos / Contengo la respiración / Y espero hasta que tiemblo".
Pero como en toda transición, hay excepciones, y en este caso es el tema "A night like this". Una canción oscura, densa y que en ningún caso es bailable. Su letra dice: "Di adiós en una noche como esta / Aunque sea lo último que hagamos / Nunca te habías visto tan perdida / A veces ni siquiera pareces tu / Se hace oscuro / Más oscuro aun / Por favor quédate / Pero te veo como petrificada". Eso sí, es muy melódica y recordable, lo cual le da un gancho con lo pop.
El punto más alto de The head on the door sin duda es Push, un tema que para los fans acérrimos de The Cure es casi un himno de guerra, con un comienzo guitarrero que recuerda a Van Halen (uno de los éxitos del año anterior, con 1984). Su letra es enigmática y habla de una tormentosa relación de pareja: "Exactamente el mismo cuarto limpio / Exactamente la misma cama limpia / Pero esta vez he estado fuera demasiado tiempo / Y me volví demasiado grande para caber esta vez".
Dave Allen (que ya había trabajado con Depeche Mode, Sisters of Mercy y Clan of Xymox) y Howard Gray produjeron la placa, en conjunto con el mismo Robert Smith. The head on the door es un álbum con un sonido hecho para impactar, para brillar en un año y en una época donde la banda iniciaba un camino que los llevaría a la inmortalidad. Una ruta donde el trabajo siguiente, Kiss me, Kiss me, Kiss me, les dio un respaldo sólido que desembocó en ese fundamental largaduración titulado Disintegration, que sin dudas es el punto más alto de The Cure.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.