El Angel, el asesino que sedujo al público argentino

El ángel 7

El director y actores de la cinta que lleva 670 mil espectadores en el país transandino están en Chile, en Sanfic. Cuentan detalles del filme sobre Carlos Robledo Puch, quien cumple cadena perpetua por 12 homicidios.


La sangre de las víctimas paga bien en las boleterías de los cines argentinos. Hace tres años El clan, sobre una familia de secuestradores y homicidas en los años 80, superó holgadamente el millón de espectadores. Ahora El ángel, acerca del caso del mayor asesino serial de la historia argentina, lleva 673 mil espectadores en 10 días de exhibición y se encamina a superar a Re loca, el largometraje más visto en el año en el país vecino. Los productores de El clan y El ángel son los mismos, pero sus miradas distintas: en la primera Pablo Trapero hizo del crimen un retrato tétrico, en la segunda Luis Ortega crea una fábula irónica y pop.

La película protagonizada por el debutante Lorenzo Ferro (19) inauguró este domingo el 14 Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic) y además se exhibe hoy a las 19.30 horas en el Cine Hoyts Plaza Egaña. Su director Luis Ortega (1980) y los actores Lorenzo Ferro y Mercedes Morán están en Chile para promocionar el largometraje donde también actúan Chino Darín (hijo del actor Ricardo Darín), Cecilia Roth y el chileno Luis Gnecco. Con las espaldas que le proporciona la distribución internacional de 21st Century Fox, el filme también entrará a salas comerciales chilenas la próxima semana.

Su historia, una ficcionalización a partir de un caso real, cuenta los días previos a la cadena perpetua de Carlos Robledo Puch, quien antes de cumplir los 20 años cometió 12 homicidios. Desde el año 1972, Robledo Puch cumple prisión efectiva en la cárcel de Sierra Chica (Buenos Aires). Desde esa época, los medios de comunicación lo llaman "el ángel", un calificativo que se ganó porque su aspecto contradecía la fisonomía cliché del criminal común. Robledo Puch más bien parecía una estrella andrógina de rock: contextura delicada, pelo rubio y rizado, modales relajados.

"En la época de los crímenes de Robledo Puch estaba en boga en Argentina la teoría lombrosiana, que dice que los criminales tienen ciertas características físicas", explica Luis Ortega, conocido por su cinta Caja negra (2002) y por la serie Historia de un clan (2015), que contaba la misma historia que El clan. "Según esa teoría los asesinos son de tez oscura, orejudos, con rasgos asimétricos. Eso es absurdo; sin embargo cuando sucedieron los crímenes de Robledo las señoras no se explicaban cómo alguien rubio y de rasgos finos podía haber hecho aquello".

Poesía y realismo

El cineasta, hijo del cantante Palito Ortega, tenía hasta ahora una carrera más que respetable en el cine, pero El ángel fue definitivamente la película que lo consagró en su país y lo colocó en la ruta internacional. En el Festival de Cannes 2018 se estrenó con muy buenas críticas en la muestra Una Cierta Mirada y en su país además lo hizo conocido por una razón sociológica que se resume en la siguiente pregunta: ¿es posible empatizar con un asesino?

Ortega, que prefiere tomar el caso real sólo como punto de fuga de la creación, responde así: "La gente a veces pretende que uno ponga un personaje en la pantalla y lo fusile. Pero la verdad es que la historia del cine se ha encargado de que a veces el mal sea el bien. Los detractores de esto son los policías contra la poesía, los que desean que todo lo reduzcas a realismo puro".

El auténtico Carlos Robledo Puch fue acusado además de 17 robos, cómplice de violación, abuso deshonesto y dos raptos. A Luis Ortega no le interesaba acumular aquellos datos de expedientes ni hojas de prontuario. Por el contrario, El ángel es un filme que a veces funciona en clave de comedia ácida o de musical pop para contar la historia de un muchacho que ve en el crimen un estilo de vida libre. Empieza en el colegio junto a su amigo Ramón Peralta (Chino Darín) y luego retorna a casa para cenar con papá (Luis Gnecco) y mamá (Cecilia Roth). Al día siguiente se perfecciona en el "arte" de jalar el gatillo y los padres de Ramón (Mercedes Morán y Daniel Fanego) tienen que ver bastante en aquella "formación".

"Me cae espectacular Carlitos", comenta el actor Lorenzo Ferro en la habitación de un hotel santiaguino. Pero advierte: "Aunque ojo, yo hablo de Carlitos, el personaje de la película. No de Carlos Robledo Puch. A ese no lo conozco". Por supuesto, Luis Ortega sintoniza en la misma frecuencia: "Para mí el personaje real no es relevante. Por el contrario, era una excusa para contar lo que queríamos. El tipo está preso y condenado, hace casi 50 años. La película pretende utilizar el morbo de la gente para que se acerque al cine. Una vez en la sala, les abren el regalo y el asesino les da un beso".

Registro multicolor de una época y al mismo tiempo ficcionalización muy libre, El ángel es además el retrato de un espíritu amoral. Y Ortega no quiere juzgar a sus personajes: "Carlitos mata porque cree que la muerte no existe y es una abstracción. No ve la tragedia detrás de eso. Por otro lado, tiene la sensación de que Dios lo está mirando y que su vida es ya parte de una leyenda".

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