Felipe Avello: "Busco que mi transgresión sea a través de la inocencia"
A fin de mes, el comediante estrena en el Teatro Nescafé el que, asegura, es su primer show formal: Corazón llenito, el mismo título que lleva el libro que prepara.
"Yo tenía claro que hacía humor, pero para la gente tal vez era un personaje curioso. Hoy está más definido para los demás lo que hago, entonces es más fácil". Así Felipe Avello intenta explicar el giro definitivo que vivió su carrera este año, tras su paso por el Festival de Olmué. Con una celebrada rutina de media hora, la principal referencia en torno a su humor dejó de estar en su antiguo rol de panelista de SQP, para empezar a ser considerado masivamente como comediante de stand up.
Anclándose a ese giro en la percepción popular, Avello se alista para estrenar el que define como "el primer show que estoy haciendo en mi vida", lo que respalda en que "es el primero que, como lo hacen los comediantes que están en Netflix, tiene un nombre y un concepto".
El título escogido es Corazón llenito y tendrá sus primeras funciones el jueves 30 y el viernes 31 de agosto, en el Teatro Nescafé de las Artes (a las 21 horas, entradas por Ticketek desde $10.000).
"Me di cuenta que en mi caso, más que el contenido, me interesaba la forma. De repente un grito sin mucho motivo, pero con un tono, era divertido. Por ejemplo, en Olmué, que en un minuto dije: 'Están matando a un hueón'. Por ahí fui volcando mi línea desde hace unos años. También que podía contar historias de mi vida, una suerte de crónica de algo que me pasó", asegura.
En Corazón llenito, por ejemplo, relata cuando sus papás lo enviaron disfrazado de gato al colegio y sufrió burlas de sus compañeros. O su experiencia conociendo a Chayanne en un aeropuerto. Un show que, para él, va cruzado por "la sencillez y la ternura".
-Luego de Olmué, ¿fue un desafío alejarse de esa rutina?
-Sí, de hecho nunca más la hice. Pero todos los días me dicen 'están matando...". Eso lo he incorporado. Me he dado cuenta que el show no tiene muchos chistes, casi ninguno. Son vivencias.
-¿En qué consiste la segunda mitad del show, con la participación del público?
-En Olmué hablaba de tener una boyband. En este caso es una bandita, a la que cada vez voy incorporando más elementos, como un contrabajo o un acordeón que me compré. Me gusta el hecho de tocar, aunque salga mal, como la banda de El Chavo del 8.
-¿De dónde viene el nombre del espectáculo?
-Tengo el proyecto de escribir un libro que se llama Corazón llenito, que se basa un poco en el libro de una youtuber, pero también en que creo que es chistoso que un hombre de 44 años se refiera a sus experiencias amorosas. A este show opté por ponerle ese nombre, porque es un concepto que he trabajado en el último tiempo, de hacer un humor súper inocente que contrasta con la mayoría de los que hacen comedia, que es en sí misma transgresora. Pero yo busco que mi transgresión sea a través de la ingenuidad, de la inocencia.
-¿Ha tenido acercamientos para estar en la próxima edición de Viña?
-No, no me han llamado.
-¿Le gustaría ir?
-Sí, podría ser.
-¿Presentando Corazón llenito?
-Claro, sería entretenido, yo creo que gustaría. Por ejemplo, yo admiro mucho a Bombo Fica y hablo de él, porque me siento parecido físicamente. Entonces (en la rutina) como que reniego de eso. Eso me parecería súper entretenido que lo viera harta gente.
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