Woody Allen, obligado receso y de vacaciones por primera vez en décadas
El director no tendría inversionistas para sus nuevos proyectos, debido a la acusación de abuso en su contra.
Tras ganar su primer y único Oscar a Mejor director en 1977 por Annie Hall, Woody Allen ha sostenido firme y casi obsesivamente la idea de estrenar al menos una película por año. Bastaría con revisar su filmografía para comprobarlo: en 1981, justo entre Sueños de un seductor (1980) y Comedia sexual de una noche de verano (1982), está el único vacío en su prolífica producción, sin contar el salto que hubo entre Alice (1990) y Sombras y nieblas (1992), pues ese mismo año vio la luz además la exitosa Maridos y mujeres.
Podríamos inferir, por tanto, que las últimas vacaciones del director y guionista estadounidense fueron exactamente hace 37 años. Hoy, sin embargo, y a sus 82, Woody Allen se encuentra nuevamente contra las cuerdas ante los efectos que ha generado el movimiento #MeToo en Hollywood, además de las ya sabidas acusaciones de abuso sexual en su contra.
Según informó el medio estadounidense Page Six, el director es percibido por agentes de Hollywood como una persona "tóxica", y ha decidido tomarse un receso. "No tiene ninguna película lista para ser lanzada en 2019. IMDb incluye un 'Proyecto sin título' en preproducción para 2020. Pero las fuentes dicen que Allen aún no ha asegurado el financiamiento para el proyecto", se lee en el artículo, que además cita a una fuente no identificada: "Woody ama trabajar. Nunca toma un descanso. Pero se tomará un tiempo libre este año hasta que pueda encontrar un patrocinador".
Las razones del inesperado receso apuntan a las acusaciones de abuso que su hija adoptiva, Dylan Farrow, hizo en 2014. "Desde entonces, y como consecuencia del movimiento #MeToo -paradójicamente liderado por Ronan Farrow, también hijo de Allen y uno de los periodistas que más ha publicado sobre el caso de Harvey Weinstein en EEUU-, el director ha tenido problemas para encontrar financiamiento para sus proyectos".
Con su última cinta, Wonder wheel (2017), Allen anunció otras cuatro producciones financiadas por Amazon Studios. La segunda debutará a fines de año, y lleva por título A rainy day in New York. Pero aun antes de ver la luz, sus protagonistas, Timothée Chalamet (Llámame por tu nombre) y Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona), decidieron donar sus salarios a organizaciones benéficas que defienden a víctimas de abusos. Para peor, Hollywood Reporter afirmó "que Amazon podría romper el trato, incluso si eso significa un fuerte pago".
Solo un portavoz de Allen lo ha desmentido todo hasta ahora: "Nada es verdad".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.