Estrellas chilenas en el desierto californiano
Javiera Mena, Tomasa del Real y Mon Laferte serán las primeras representantes locales que tendrá el célebre festival Coachella. Aquí, las dos primeras detallan a Culto el camino que las llevó al evento y el hito que marca para la escena femenina.
Javiera Mena, cantautora: "Nunca imaginé ir ni de público"
En vez de oportunidad o buena fortuna, Javiera Mena (35) prefiere hablar de esfuerzo y resultados. La solista, una de las artistas más profesionales del circuito local -y de mayor presencia en el extranjero- corona otra temporada ascendente con su debut en Coachella, el gigantesco y mediático festival californiano que hasta ahora -descontando al DJ chileno-suizo Luciano- no había tenido representantes locales. "Es una linda sensación porque Estados Unidos y sobre todo Los Angeles es un territorio que venimos trabajando hace tiempo, en el que nos ha ido bien, entonces esto es un reflejo de nuestro esfuerzo, un buen resultado", declara la autora de Espejo, que junto a Mon Laferte y Tomasa del Real debutará en una edición de Coachella que decidió abrazar como nunca antes tendencias globales como el pop coreano y el reggaetón latinoamericano.
"Creo que es un muy buen momento para la música latina. Somos exponentes muy diversos en cuanto a estilos musicales y eso se está reflejando no sólo en Coachella sino que en muchos otros festivales. Es algo evidente que me pone muy contenta", señala.
¿En qué sentido cree que es relevante que tres mujeres sean las primeras chilenas en este festival?
Es un símbolo poderoso. Por un lado somos todas mujeres, sí, pero también somos artistas que estamos realizando proyectos con identidad, muy originales y auténticos. Es un gran símbolo en ese sentido.
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Tomasa del Real[/caption]
Tomasa del Real, cantante: "Es un símbolo poderoso"
Si el último par de años fue de siembra, con fechas internacionales y notas en Billboard y Rolling Stone, este 2019 da frutos para Tomasa del Real y el "neo perreo", subgénero del reggaetón ("más inclusivo y moderno") que tiene en la iquiqueña a su soberana y primera embajadora en eventos masivos: en marzo debutará en Lollapalooza y un mes después en Coachella. "Un festival gigante al que nunca imaginé ir ni de público. Lo veía muy lejano", declara la cantante, hoy radicada en Los Angeles (EE.UU.), en una pausa de la grabación de su nuevo disco en Puerto Rico. "Es medio surrealista pensar que desde que estaba (componiendo) en mi computador a esto haya pasado tan poco tiempo, pero estoy muy orgullosa porque cuando decía 'sí se puede' era real".
¿Es significativo que sean tres chilenas en Coachella?
Me encanta, es muy real. Imagino que hicieron un escáner de quiénes la llevan aquí y dijeron "ellas". Me parece bacán lo que estamos representando. Y hay un chico, Boy Pablo [noruego hijo de chilenos] que también es parte de esto. Yo soy de Iquique, más cerca de Perú, Chile para mí es como otra cultura, así que es genial que no todos seamos santiaguinos.
¿Esto confirma el interés del público anglo por la música latina?
Es que es lo que está pasando. "Si necesita reggaetón, dale" (ríe). El público mundial quiere perreo y en festivales como Coachella, que son adelantados, se están dando cuenta. Yo soy de una escena mucho más underground pero también importante.
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