Estar frente a Caetano, una verdadera leyenda de la música latina, es un privilegio que ningún halago puede describirlo como tal.
El creador del Tropicalismo y la figura cultural más importante de Brasil en contra del gobierno de Jair Bolsonaro, estuvo presente ante cerca de más de un millar de personas que desde un principio se mantuvieron atentos al espectáculo creado para ser un encuentro por la nostalgia.
A las 19 horas apareció Caetano, Moreno, Zeca y Tom Veloso, quienes humildes y sin pretensiones aparecen vestidos con ropa casual e incluso con sandalias y calcetines en el caso del menor del conjunto.
El clan empieza con "Baby", canción que con cinco décadas de antigüedad gracias a la frescura musical de los hijos de Caetano la convierten en un tema del nuevo milenio. El minimalismo que plantan en su show atrapa los espectadores, ya que con un par de guitarras acústicas, un bajo, instrumentos de percusión como un pandero o un plato e incluso dos lijas de madera los Veloso supieron dar forma a la velada.
La banda, organizada por el mismísimo Caetano para estar cerca de sus hijos es una verdadera muestra de talento, demostrando que el arte de "O Leãozinho " está presente en la sangre, con ejemplos claros como Zeca quien mostró su despliegue vocal gracias a dos temas originales o Tom, el menor del grupo con 22 años, quien aprovechó de bailar mientras el grupo tocó "Alexandrino".
El repertorio proveniente del álbum Ofertorio fue reproducido al gusto de los asistentes, siendo un espectáculo que entre talento y anécdotas familiares permitieron la contemplación de un público adulto que escuchó atento al cuarteto proveniente de Bahía.
Tras tres temas sin interrupciones, el patriarca presentó en un perfecto español "Boas Vindas", canción compuesta por Caetano para celebrar el nacimiento de Zeca en 1991, para luego continuar con "Um passo a frente", melodía en que Moreno, el mayor de los hermanos, demostró su versatilidad interpretando la canción con un plato y un cuchillo.
Caetano junto a los hijos hicieron de un festival lleno de locura un espacio de ternura, con letras que si bien no entendemos del todo transmiten amor y delicadeza al público. El fenómeno de la familia fue tal que por largos períodos no hubo celulares grabando a los músicos, solo personas disfrutando de una leyenda viva de la cultura latinoamericana.
Comúnmente los horarios se respetan en Lollapalooza, pero en este caso el clan familiar tocó sobre el tiempo establecido con 70 minutos exactos, algo que no molestó al público quienes acompañaron con las palmas la pegajosa "How beautiful could a being be", tema que cerró el espectáculo.
Sin duda el paso de Caetano Veloso y familia será nombrado como una de las presentaciones que vivirá en la memoria del festival por muchos años, siendo Lollapalooza Chile el lugar en que la familia dio inicio a una gira que los llevará este domingo a la versión argentina del evento y posteriormente a recorrer con su poesía ciudades de Estados Unidos y Europa.