Post Malone: mucho ruido, pocas nueces

Con cuatro minutos de atraso, una de las apuestas del trap daba inicio a su ansiada participación. Y es que Post Malone debutó en el país con el peso de ser unos de los músicos más escuchados en streaming en el mundo, con 14 canciones en el ranking de Billboard.

Malone abrió su presentación con "Zack And Codeine", cuarto track de Beerbongs & Bentley, segunda placa del intérprete. Tras tres canciones y al igual que en su paso por Lollapalooza Argentina, el cantante inició saludando con su nombre real -Austin Richard Post- junto con decir que los aficionados chilenos "son el mejor público del mundo".

En ese minuto todos los presentes ya estaban atrapados en el sonido envolvente de Malone, aspecto que muchos críticos consideran la gran fortaleza del rapero norteamericano.

Fueron 18 canciones con las que entretuvo a los asistentes, todas ellas con pistas grabadas siendo solo el músico en el centro del escenario. Incluso, muchas de las melodías ya tenían su voz en la grabación, apoyándose del soporte musical. A diferencia de su show al otro lado de la cordillera, allí tocó una versión con guitarra de "Stay" según consigna La Nación, algo que habría provocado otra sensación de su paso por nuestro país.

Además, el artista aprovechó de fumarse un cigarrillo en la mitad de su presentación y previo al final de su concierto destruyó una guitarra por placer mientras sonaba "Rockstar", un acto que fue vitoreado por los miles de los asistentes en la explanada del Parque O'Higgins.

Si bien el cantante demostró su despliegue vocal y dejó a los asistentes con un cúmulo de energía, Malone ante otros espectáculos del género urbano de la versión 2019, como Gianluca que llegó con banda al Lotus Stage o Kendrick Lamar que destacó por el trabajo audiovisual que lo acompañaba, el creador de "Better Now" no corrió grandes riesgos.

Post Malone se despidió tras un show de una hora y 10 minutos que tuvo un lleno total por parte de los asistentes, demostrando que ninguno de estos aspectos quitará de la mira al trap como el sonido más relevante de la edición 2019 de Lollapalooza.