El guitarrista de Los Mac's David Mac Iver estaba cansado. El pionero del rock chileno vivía desde fines de los 60 en Italia, la banda porteña ya no existía y se ganaba la vida acompañando a solistas en giras incesantes. Mac Iver venía de tocar en un show pero tenía ganas de un trago en el bar del hotel antes del descanso. Un tipo de pelo largo y barba greñuda bebía solitario en la barra. También era músico y estaba ahogando las penas porque su proyecto musical se había disuelto. Problemas con el cantante.

David preguntó el nombre del grupo.

"Aphrodite's child" respondió el tecladista y compositor Evángelos Odysséas Papathanassíou, conocido como Vangelis.

Formado en 1967 se trataba de un power trío griego con Demis Roussos como cantante y bajista y el batero Lucas Sideras. En reputados sitios como allmusic.com se califica a Aphrodite's child casi como un dato anecdótico en la biografía de Vangelis, mundialmente conocido por bandas sonoras legendarias como Carros de fuego (1981) por la cual ganó un Oscar, y otras composiciones inolvidables para el cine incluyendo Blade runner (1982) y 1492: La conquista del paraíso (1992). Tuvo éxito comercial con el dúo synth pop Jon and Vangelis junto al vocalista de Yes Jon Anderson, y su música se hizo sinónimo de la serie Cosmos de Carl Sagan. Resumen. Vangelis juega en la misma división de astros históricos de la electrónica como Jean-Michel Jarre, Tomita y Giorgio Moroder.

https://www.youtube.com/watch?v=hRRrcornawE

Aphrodite's child decidió radicarse en Inglaterra en el clímax del swinging London pero no consiguieron permisos de trabajo. La capital de consuelo fue París. En 1968 publicaron el lacrimógeno single "Rain and tears" de gran éxito en Europa, para repetir los aplausos y las ventas al año siguiente con la dramática "It's five o'clock". Ambas canciones destacan por el sonido Hammond en los arreglos de Vangelis, calcada a la fórmula de Procol Harum con "Whiter shade of pale" (1967) y, sobre todo, por la extraordinaria voz de Roussos, aguda, operática y profundamente emotiva, una marca registrada inmediata.

Tras dos álbumes Vangelis decidió componer un título doble y conceptual en un punto intermedio entre la ambición del Sgt. Peppers (1967) de Los Beatles y Tommy (1969) de The Who. Al igual que el dictatorial Robert Fripp en King Crimson, Vangelis reclutaba letristas. Para el nuevo disco buscó a Costas Ferris, un cineasta y escritor griego de trayectoria y además amigo de Kit Lambert, el productor de The Who en Tommy.

En medio de la fiebre del rock progresivo con obras conceptuales y enrevesadas,

Ferris no se quedó atrás y escribió un texto de resonancias bíblicas basado en Revelaciones de San Juan. Trama: al interior de una carpa de circo se presenta un espectáculo sobre el Apocalipsis incluyendo acróbatas y animales mientras en el exterior el mismísimo Dios ha iniciado el fin de los tiempos. La carpa desaparece y ambos escenarios derivan en una batalla entre el bien y el mal.

https://www.youtube.com/watch?v=YQyxCL1uMlU

El cineasta no podía dejar fuera sus influencias audiovisuales. Asegura que en las letras de 666, el título del álbum publicado en junio de 1972, cuelan formas narrativas de filmes clásicos como Intolerancia (1916) de D.W. Griffith, Ciudadano Kane de Orson Welles (1941) y Rashomon (1950) de Akira Kurosawa.

Demis Roussos y Lucas Sideras no podían entender por qué apartarse de la fórmula de las suaves baladas épicas y románticas que les habían dado éxito en el viejo continente excepto Inglaterra. Para Vangelis era sencillo. Si se repetía no podía avanzar como artista.

Las sesiones de 666 fueron tensas. Los músicos no se hablaban pero curiosamente cuando comenzaban a tocar la química afloraba dado el estilo único del conjunto pivotado por el registro inigualable de Roussos en una época en que el pop exigía grandes voces -una delicadeza que contrastaba con su aspecto monumental de barba y pelo revuelto-, la ingeniosa batería de Sideras y la magnificencia de Vangelis en los teclados, un verdadero hombre orquesta.

666 merece todos los halagos, una joya ambiciosa y lograda con grandes momentos de pop, acid rock, baladas siderales, pasajes instrumentales de vértigo jazz con batería a doble pedal, arreglos corales, collage sonoros, diversidad de voces y mucha lisergia.

El sencillo de 45rpm que promocionó en Chile cortes del 666 de Aphrodite's child era toda una rareza en materia de vinilos. Reunía nada menos que cinco canciones en ese estrecho formato diseñado para los singles, sin embargo debía ser reproducido a 33rpm tal como un long play tradicional. La selección incluía algunas de las mejores canciones como "The System","Babylon", "The Beast", "Hic and Nunc" y "Break", que resumen a la perfección la lograda diversidad del álbum con interpretaciones magistrales de Roussos, la fluidez de Vangelis y Sideras (que además también cantaba), los voluptuosos arreglos y la sensación de una manufactura fina para canciones integrales a un concepto que se podían disfrutar por separado.

En el viejo Jappening con Já, acostumbrado a reírse de la propia televisión y la cultura pop, Eduardo Ravani encarnaba a Demis Roussos recostado como un emperador romano mientras le atosigaban de comida. Era divertido y un poco asqueroso. A comienzos de los 80 el peso del cantante griego rondaba los 150 kilos que le provocó un cuadro depresivo.

La década anterior había sido fantástica para Roussos desde el debut solista en 1971 con el single "We shall dance" que le dio gran fama en países como Bélgica, Alemania y particularmente Holanda, donde se convirtió en ídolo al punto de existir hasta hoy un museo en su honor.

https://www.youtube.com/watch?v=3KCbqhJt16k

Al reconocimiento en Europa se sumó Latinoamérica. Roussos siguió la fórmula de cantantes italianos y versionó en español hits como "Forever and ever" ("Por siempre y para siempre") o lanzó singles derechamente en nuestro idioma como "Morir al lado de mi amor", clásicos absolutos del cancionero romántico impuesto por la radio AM en los 70.

Esporádicamente siguió trabajando con Vangelis y lo mismo con Lucas Sideras pero nunca más bajo el nombre de Aphrodite's child. Otras bandas progresivas como Genesis y Yes hicieron un largo camino hacia el pop mientras el trío griego contenía ambas almas con total naturalidad, pero aún así no pudieron con esa bipolaridad musical.