Arya Stark: la joven destinada a convertirse en la gran heroína de Games of Thrones
Desde su infancia, el personaje encarnado por Maisie Williams demostró ser especial. Y tras un extenso y dificultoso camino a la adultez, en el capítulo de anoche de la famosa serie épica de HBO se convirtió en la salvadora de su relato.
Aunque solo fueron segundos, sin duda serán unos de los más recordados de la TV mundial. El instante preciso en que la adolescente Arya Stark –el personaje que desde 2011 viene interpretando la inglesa Maisie Williams- empuñó su arma fabricada en acero valyrio y con una certera estocada eliminó a El Rey de la Noche y, de paso a todos sus seguidores, salvando a los pocos sobrevivientes de la batalla, como también a los habitantes de Westeros y, aún más, a los del mundo de Game of Thrones.
Un momento decisivo con el nombre de Arya que sorprendió a todos, pero que tiene su génesis en el primer capítulo de la serie basada en las novelas de George R.R. Martin. En el momento en que se presentó a los telespectadores a la hija menor de los señores de Winterfell -o Invernalia-, Eddard y Catelyn Stark (Sean Bean y Michelle Fairley), una niña de 11 años de edad que odiaba las labores "femeninas", como bordar, prefiriendo empuñar espadas o arcos y flechas.
Por eso no fue extraño que su padre contratara a Syrio Forel (Miltos Yerolemou), el maestro experto en lucha con espadas de Braavos, para enseñarle a Arya cómo usar a Needle (aguja), la espada que le regaló su medio hermano Jon Snow (Kit Harington). Lecciones que se mantuvieron en secreto de la familia, en especial de su hermana Sansa (Sophie Turner), haciendo creer que Syrio era su tutor de baile. Aunque para Arya fuera el "mejor espadachín que haya vivido".
La misma pequeña que logró escapar de las manos de los Lannister en Desembarco del Rey, cuando su padre fue tomado prisionero, acusado de traición y luego ejecutado, para comenzar un extenso y duro periplo. En éste, debió hacerse pasar por niño, mientras superaba desafíos y traumas, y hacía suyas las experiencias y filosofías de guerreros y soldados que se cruzaban en su camino. Y además, compilaba en su mente una "lista de asesinatos" de las personas que traicionaron a su familia.
Pero la que comenzó como una lista de fantasía, se transformó en algo posible de concretar, cuando, tras impresionar a Jaqen H'ghar (Tom Wlaschiha) con su sed de venganza, Arya fue invitada por este integrante de los Hombres sin Rostro para ser parte de su escuela de asesinos sobrenaturales en Braavos, mejor conocida como la Casa de Blanco y Negro. Aquí, ella aprendió a desasociarse de su propia identidad y a tomar las de otros, robando literalmente los rostros de las personas.
Luego de alejarse con este conocimiento divino, Arya regresó a Westeros para cobrar venganza por las muertes de su madre y hermano mayor, borrando de paso varios nombres de su lista. Su presencia en Los Mellizos fue tan inadvertida que logró matar a dos de los hijos de Walder Frey (David Bradley), despojarlos de sus cuerpos y luego hornearlos meticulosamente en un pastel. Más tarde se las arregló para robar la cara de Walder, esconder su cadáver y colocar suficiente veneno en botellas de vino para matar a todos los miembros de la familia Frey.
Por lo mismo no es de extrañar que al retornar a su hogar en Winterfell, su presencia fuera clave en el destino de uno de los culpables de los pesares familiares: Lord Petyr "Littlefinger" Baelish (Aidan Gillen). Aquí, ejerció justicia con sus propias manos, delante de todos los miembros de la corte, al cercenar el cuello de Baelish con su espada, poco después de ser encontrado culpable de haber traicionado a su hermana Sansa, como también a la madre de ambas.
Sin embargo, su actuación más importante estaba por venir. A solos minutos de que concluyera el más reciente capítulo de GOT, titulado The Long Night –sí, fue una noche muy larga y estremecedora-, cuando el Rey de la Noche estaba a punto de asesinar a su hermano Bran (Isaac Hempstead Wright), Arya saltó de improviso sobre el líder de los Caminantes Blancos, y aunque él la atrapó por la garganta y dejó su brazo izquierdo indefenso, ella recordó su entrenamiento con Forel y dejó caer la daga en su mano derecha antes de sumergirla en el estómago del rey nocturno y matarlo para siempre.
Éxito precoz
Un personaje que no solo cambió el destino de Game of Thrones, sino que marcó la carrera de Maisie Williams, la joven actriz británica que en 2011 debutó en la actuación, después de ser elegida entre 300 postulantes para encarnar a la más pequeña de los Stark, cuando recién superaba los 13 años de edad. La misma que con solo unos capítulos en la serie llamó la atención de productores de la BBC, quienes la eligieron para encarnar a Loren Caleigh en The Secret of Crickley Hall (2012).
Y aunque la mayor parte de su vida en pantalla ha estado en la épica saga de HBO, Maisie se ha hecho de un tiempo para ser parte de otras producciones televisivas, como Cyberbully y la famosa Doctor Who, donde se convirtió en Ashildr, un titiritera de origen vikingo. En el cine, en tanto, ha sido parte de películas como The Book of Love (2016), Mary Shelley (2017) y Early Man (2018), la cinta animada de Aardman donde le dio voz a Goona.
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REUTERS/Phil McCarten USA-ENTERTAINMENT/[/caption]
Además, para el 1 de agosto está fijado el estreno en Chile de Los Nuevos Mutantes, realización con el sello de 20th Century Fox y Marvel Comics, la que busca darle una mirada más oscura a los personajes de X-Men, por medio de la historia de un grupo de jóvenes mutantes que permanecen encerrados en una institución secreta. El filme ha sufrido bastantes retrasos en su debut, ya que varias de sus escenas debieron volver a ser filmadas, ya que no eran lo bastante terroríficas a juicio de sus productores.
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