Patricio Guzmán: "La cordillera de los Andes define el carácter de Chile"
El cineasta chileno Patricio Guzmán estrenará en Cannes su filme La cordillera de los sueños, continuación de El botón de nácar (2015).
No sólo en la ficción de Hollywood las secuelas gozan de buena salud. En el documental, territorio normalmente ubicado en las antípodas del glamour y el artificio, las series y las continuaciones funcionan con envidiable coherencia. Un caso es Paradise Lost, una cadena de tres documentales hechos por Joe Berlinger durante 15 años con que cubrió la dudosa acusación de asesinato atribuida a los llamados "tres de Memphis" en EE.UU.
En Chile, Ignacio Agüero decidió hacer Como me da la gana II en el 2016, 31 años después de haber explorado el estado del cine chileno en los 80 en Como me da la gana I. Y, sin ir muy lejos de Agüero, el realizador Patricio Guzmán (1941) concluyó hace pocos días el montaje de La cordillera de los sueños, película que ayer pasó a integrar la Selección Oficial del Festival de Cannes 2019.
La cinta es la tercera parte de una saga sobre la memoria y la naturaleza chilena que comenzó en Cannes 2010, cuando ahí se estrenó también Nostalgia de la luz. A esta reflexión ambientada en el Norte Grande siguió El botón de nácar (2015), que buceaba en los mares del sur con ánimo de unir otra vez paisaje e historia, ecosistema y política contingente. Aquella cinta se llevó el premio a Mejor guión en el Festival de Berlín y pasaron cuatro años hasta La cordillera de los sueños, que se dará en la sección Special Screenings del festival que se extenderá desde el 14 al 26 de mayo.
En un principio se supone que esta tercera parte concluiría la serie, pero ya ni el propio Guzmán tiene certeza de aquello. Podría, eventualmente, haber entonces una cuarta parte.
"La cordillera es para mí como la columna vertebral de Chile. Y me propuse explorarla para encontrar rastros de ese país que aún vive en mi memoria", dice el director desde París, donde da los retoques técnicos a la película co-producida por BF Distribution en Chile.
"La película habla de eso pero también de un Chile muy actual, no solo de historias pasadas", agrega el autor de La batalla de Chile (1975-1979), otra trilogía, pero ya de carácter legendario.
Cuando se le consulta si acaso la convivencia con aquel muro de seis mil metros de altura ha moldeado la personalidad isleña e introvertida de los chilenos, Guzmán reflexiona: "Para nosotros los chilenos Los Andes es un conjuro de misterios. Está en los sueños de nuestra infancia y cuando estamos en el extranjero y abrimos los ojos y ya no hay nada, es una señal de alarma. Es una montaña que define nuestro carácter". Y precisa: "Los Andes seducen por su magia, por su brutal extensión. Por su contacto permanente con nadie".
La cinta, cuyo rodaje concluyó en octubre en el sur, es parte de la nueva labor de la compañía chilena BF Distribution en Latinoamérica. "Estamos ahora distribuyendo El cuento de las comadrejas de Juan José Campanella en Argentina, y coproducir en Chile La cordillera de los sueños de Patricio Guzmán materializa el interés en ser aliados de los productores latinoamericanos. Las cinematografías de la región son una prioridad para nosotros.", comenta Alexandra Galvis, directora de Market Chile, compañía asociada a BF.
Entre los otros títulos que ayer se agregaron a la Selección Oficial de Cannes destacan Erase una vez en Hollywood de Quentin Tarantino, y Mektoub, my love: Intermezzo, de Abdellatif Kechiche, que en el año 2013 ganó Cannes con La vida de Adèle.
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