La Casa de Papel: el éxito de Netflix suma personajes y viajes por el mundo

casa-papel

La serie española vuelve el próximo viernes con nuevas caras, saltos por diversos continentes y la banda de El Profesor inmersa en una misión aún más compleja.


Con series como la alemana Dark, la francesa Marseille y la brasileña El mecanismo, Netflix ha fortalecido su gama de ficciones internacionales, dando luz verde en el último año a temporadas y proyectos en prácticamente cada uno de los continentes. Pero ninguno ha sido más visto hasta ahora que la española La casa de papel, el título número uno de la plataforma entre las ficciones de habla no inglesa. Una serie que, en rigor, no es original de Netflix, pero que solo alcanzó estatura de fenómeno planetario de la mano del streaming.

Al comprarla, la compañía se adueñó de un título que cabía en una categoría poco explorada en su catálogo hasta entonces: el thriller de atracos perfectos, con personajes reconocibles y un ritmo trepidante. Las máscaras de Dalí, los trajes rojos, el look de El Profesor (Álvaro Morte) y los nombres de personajes como Tokio (Úrsula Corberó) y Berlín (Pedro Alonso) se convirtieron en parte de los asuntos más comentados de la televisión y motivaron diversos análisis, sellando la consolidación de la ficción española, que ya venía impulsada por títulos como Velvet o Vis a vis.

A casi nueve meses de anunciar oficialmente el tercer ciclo, Netflix estrenará el próximo viernes 19 el regreso de la ficción. Un retorno que, al menos en sus tres primeros episodios -a los que la firma dio acceso a los medios en el mundo-, se anticipa recargado en acción y con una ambición aún mayor.

En esta temporada Tokio sigue siendo la narradora de la historia y el eje principal, pero el escenario desde donde se retoma la serie difícilmente podría haber adquirido forma si se hubiera mantenido solo como una producción hecha por y para españoles. Lugares como Panamá, Tailandia y Florencia se alternan en la trama, hasta llegar a lo que reúne al grupo: la detención de Río (Miguel Herrán).

casa-papel-2.jpg

Pero la ficción no tarda en volver a su origen a todo nivel: Madrid y un atraco aún más complejo que el primero. A falta de algunos personajes que murieron, esta vez el grupo que lidera El Profesor se refuerza con hasta cinco nombres. Por un lado, están Mónica Gaztambide (Esther Acebo), una de las rehenes del primer atraco y pareja de Denver (Jaime Lorente), que ahora adopta el nombre de Estocolmo, y la otrora inspectora Raquel Murillo (Itziar Ituño), rebautizada como Lisboa.

La serie le inyecta acento argentino con Palermo (Rodrigo de la Serna, de Diarios de motocicleta), un personaje que El Profesor ya conocía y que asume el liderazgo del nuevo atraco, y es una de las novedades junto a Bogotá (Hovik Keuchkerian) y Marsella (Luka Peros).

Siempre con Álex Pina como creador, La casa de papel despliega el nervio que la hizo característica, pero quizás a un nivel más espectacular que el de su anterior etapa, subrayando en el impacto social que ha alcanzado el clan de atracadores. La primera acción del grupo en la capital española, con uno de los integrantes con la típica máscara de Dalí y apareciendo en las pantallas de la ciudad, es solo una muestra del incremento en los recursos.

La primera tanda de episodios llega en una semana más, pero los restantes ocho estarán disponibles en 2020. De cualquier forma, expresarán el éxito (o no) de una idea que en un comienzo no estaba en los planes de los realizadores, cuyo desafío fue reabrir una historia que se contaba de inicio a fin y no dejaba cabos sueltos. El propio Pina lo reconocía a Culto en enero: "Tuvimos a Netflix muchísimo tiempo pensando que no teníamos las herramientas narrativas suficientes para atacar una tercera temporada. Un día se nos encendió la luz y encontramos una buena historia. Un buen argumento emocional, ya que nuestra banda eran multimillonarios", comentó.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.