Critican documental Lemebel: "En vez de transmitir su lucha, refleja angustia, tristeza y soledad"
El activista y amigo cercano del escritor, Víctor Robles, criticó duramente al documental dirigido por Joanna Reposi. A su juicio —y el de otros cercanos al autor de Tengo miedo torero— la cinta refleja una versión imaginaria del escritor, ya que muestra "la tristeza y la melancolía de un personaje atormentado", omitiendo su lado político y amistad con Gladys Marín.
La primera semana de septiembre fue estrenado Lemebel, el documental dirigido por Joanna Reposi que siguió al escritor y artista plástico durante 12 años.
Con el objetivo de mostrar más que sus últimos años o un periodo en específico, el filme pretende dar a conocer la historia de Pedro Lemebel desde que fundó el colectivo Las Yeguas del Apocalipsis en dictadura hasta su lucha contra el cáncer que le quitó la vida en 2015.
El filme estrenado hace un mes, rompió récords de audiencia como el documental más visto del año. Con 11 mil espectadores y reconocimientos del Festival de Cine de Berlín y Sanfic, Reposi se manifestó contenta con la recepción del público. "Es hermoso ver revivir la figura de Pedro. Lo que está ocurriendo con Lemebel ha sido increíble; salas llenas, entradas agotadas, funciones extra. Es muy emocionante", dijo la cineasta a Culto hace unos días.
https://culto.latercera.com/2019/09/26/pedro-lemebel/
Sin embargo, no todos han sido elogios.
Invitados al estreno en un cine de La Reina, cercanos a Pedro Lemebel asistieron a la función del filme que mostraría a quien fuera su amigo e inspiración. Mayúscula fue la sorpresa de su círculo íntimo al ver que el principal enfoque era su activismo como figura abiertamente homosexual, pero enmarcado en una atmósfera sombría en que prevalece la tristeza y soledad.
El periodista y activista Víctor Hugo Robles, amigo cercano de Lemebel y conocido como "El Che de los gays", escribió una columna en El Desconcierto y varios tuits en los que manifestaba su inconformidad con el documental que —a su juicio— muestra a un Lemebel "políticamente mutilado".
La ausencia forzada e ingrata desaparición de Gladys Marín de un introspectivo retrato documental llama profundamente la atención, no solo por la omisión de la amiga íntima del reconocido escritor de izquierda, sino que por las explicaciones que ha dado Reposi para decidir excluir del recuerdo de Lemebel a la Secretaria General del Partido Comunista de Chile.
https://www.youtube.com/watch?v=XnHqFz28BtU
Joanna Reposi, en tanto, respondió a la crítica de Robles en este medio. Apelando a que la figura de Lemebel tiene variadas dimensiones y que ojalá se realicen más cintas sobre él, defendió su documental reiterando que lo hizo desde un enfoque artístico, sin pretensión de hacer un documental periodístico.
"Yo hice una película sobre Pedro con un punto de vista de autor y desde ahí se toman decisiones. El que quiera saber más que vaya a Wikipedia, lo googlee, que vaya a Youtube o compre sus libros. Mi película es un retrato íntimo de Pedro Lemebel desde la performance y con un lenguaje cinematográfico", dijo Reposi.
En conversación con Culto, Robles profundiza su crítica al documental al referirse a aquellas dimensiones de Lemebel dejadas de lado en la cinta.
"Creo que se puede hacer todo tipo de documentales de un personaje como Pedro, enfocando cualquier tipo de arista o faceta, eso es completamente legítimo en cualquier creador", plantea a modo de disclaimer al comenzar la conversación.
"Lo que planteo en mi columna, y lo que he comentado con otros amigos de Pedro, es que no lo reconocemos en la película", dice.
Luego sigue: "Yo sé que la directora no hizo el documental para nosotros, pero cuando hace una película sobre un personaje tan complejo como Pedro, uno esperaría que por lo menos los más cercanos, la gente que lo conoció de verdad, se sintieran identificados o reconocieran su figura".
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Pedro Lemebel y Víctor Hugo Robles (El Che de los Gays) en Estación Mapocho. Años 90' Foto: "El Diario del Che Gay en Chile"[/caption]
Robles asistió invitado al estreno de la cinta con "no más de otros cinco o seis cercanos a Pedro" junto a un total aproximado de 200 asistentes, entre figuras del ámbito cultural nacional. El final de la película les dejó un gusto amargo. Les llamó la atención la ausencia de grandes amistades, como fue el caso de Gladys Marín, o del lado más alegre de Lemebel.
"Más allá de alguna u otra escena en que Pedro está efectivamente ahí, nosotros sentimos que hay aspectos de su vida que son clave e importantes, que fueron cercenados y manipulados de modo consciente y deliberado —dice—, y que tiene que ver con su postura política de izquierda, con su militancia del corazón, porque no estaba inscrito oficialmente. Su corazón rojo, su sangre roja como diría Violeta Parra, con el PC y su gran amistad y amor con Gladys Marín, porque él siempre decía 'no tengo amistades, tengo amores'".
Robles asegura que al finalizar la función se acercó a Joanna Reposi y, tras felicitarla por su trabajo, le preguntó respecto a la falta de Marín y el enfoque "más bien lúgubre" que eligió para retratar su vida. "¿Qué pasó con la figura de Pedro? No tiene que ver con el Pedro alegre, irónico, mordaz, juguetón, ni rabioso, que nosotros conocimos", le habría dicho Robles a la directora.
"De modo muy sarcástico y liviano, dijo que decidió no incorporar a Gladys porque el PC era un partido muy homofóbico que había rechazado a Pedro, y que el PC lo habría utilizado en su historia política. Nosotros la escuchamos, y era como si estuviera hablando de una película que no habíamos visto", relata el periodista.
"La respuesta de Joanna me sorprendió, y me hizo entender de que no se trataba ni de una biografía ni de una obra que tuviera que ver con Pedro, si no de los fantasmas y prejuicios que la directora tiene en torno a Pedro y el Partido Comunista".
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Pedro Lemebel en una marcha.[/caption]
"No puede reinstalar algo que ya está instalado"
Con financiamiento de fondos para guión (2012) y realización (2014) por parte del Consejo Nacional de las Culturas y las Artes, y un fondo Corfo internacional para distribución (2018), Joanna Reposi trabajó por más de una década en este proyecto, para el cual entrevistó a aproximadamente 50 personas entre colegas, amigos —"amores"— y familiares de Lemebel.
"Cuando vi la película, más que una alegría —que tiene algunos momentos hilarantes, como cuando Pedro se pone a discutir por la canción de Pimpinela, por ejemplo—, es un exceso de melancolía y angustia, con ese mantra de la canción de Jeanette ("Corazón de poeta") que es una especie de tortura psicológica que busca que el espectador llore y se quiebre", resume el activista que compartió amistad con el escritor por más de 20 años.
"El documental muestra como si su única devoción, pasión, obsesión, fuese prenderse fuego y hacer performance. Como si no tuviese vocación de amistad, cariño, amor y protesta. No aparece rodeado de amigos y amigas, no aparece un Pedro acompañado, en las marchas, en las calles, con amores (...) aparece un Pedro asexuado, sin erotismo, sin esa pulsión y fuerza que tanto lo acompañó. Es un Pedro decapitado en su cabeza política, sin sangre roja. Solo un Pedro, junto a Joanna, sobre la performance y el arte".
El Che de los Gays reitera en más de una oportunidad que no es un ataque personal a Joanna. Todo lo contrario, asegura guardarle afecto, pero considera que no por eso debe callar su parecer.
"Lo que critico no es que haya excluido a Gladys Marín de la película, sino que la haya excluido de la vida de Pedro, de su ethos cultural y político. La gente se lleva eso a su casa, la tristeza, la melancolía, un personaje atormentado", asevera Robles.
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Pedro Lemebel, partidario del comunismo chileno, en una intervención artística se maquilló con el símbolo del partido y la hoz en su rostro, y leyó su manifiesto "Hablo por mi diferencia" en 1986.[/caption]
Quien conoció a Pedro Lemebel a comienzos de los 90, cuando ambos participaron de reuniones del Movilh histórico, tuvo una amistad muy fuerte y cercana hasta el fallecimiento del escritor en enero de 2015.
"Cuando Pedro falleció, mucha gente me llamó dándome el pésame, como si fuera la polola", dice Víctor entre risas. "Es bonito ese reconocimiento de relación de afecto. Obviamente a veces nos peleamos o distanciamos, cosas que lamento mucho, porque ni nosotros ni él pensábamos que iba a morir, sobre todo porque se resistió hasta el final. Aunque la verdad, creo que no ha muerto".
"De hecho, me molesta cuando la directora dice que el documental viene a reinstalar o revivir la figura de Pedro, porque su figura nunca ha muerto. No sé qué está instalando ella. El documental no puede reinstalar algo que ya está instalado", añade.
Y luego dice: "Pedro se ganó con sangre y sudor el lugar que tiene en la cultura chilena".
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